El Poder Ejecutivo Nacional (PEN) envió ayer al Congreso el polémico proyecto de reforma laboral que contempla, entre sus puntos más conflictivos, la extensión del período de prueba de uno a seis meses, descentraliza la discusión de los convenios colectivos y hace caer los convenios prorrogados que no fueron renovados. Pocos minutos después de haber traspasado la iniciativa a la Cámara baja, el presidente Fernando de la Rúa, el vice Carlos “Chacho” Alvarez y el titular de Diputados, Rafael Pascual, se reunieron para fijar la estrategia legislativa a seguir por el oficialismo a fin de lograr una rápida sanción de la reforma. El próximo miércoles, el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, concurrirá a la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados para explicar el proyecto. Por su parte, la Confederación General del Trabajo (CGT) acusó al Gobierno de llevar adelante un clima de confrontación con los gremios, al tiempo que sostuvo que la reforma laboral busca “debilitar y hasta hacer desaparecer” a los sindicatos, según palabras del titular de la central obrera, Rodolfo Daer. De todas formas, la CGT dejó ayer de hablar sobre un eventual paro al nuevo gobierno.
(La Prensa, Clarín)
El Poder Ejecutivo Nacional (PEN) envió ayer al Congreso el polémico proyecto de reforma laboral que contempla, entre sus puntos más conflictivos, la extensión del período de prueba de uno a seis meses, descentraliza la discusión de los convenios colectivos y hace caer los convenios prorrogados que no fueron renovados. Pocos minutos después de haber traspasado la iniciativa a la Cámara baja, el presidente Fernando de la Rúa, el vice Carlos “Chacho” Alvarez y el titular de Diputados, Rafael Pascual, se reunieron para fijar la estrategia legislativa a seguir por el oficialismo a fin de lograr una rápida sanción de la reforma. El próximo miércoles, el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, concurrirá a la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados para explicar el proyecto. Por su parte, la Confederación General del Trabajo (CGT) acusó al Gobierno de llevar adelante un clima de confrontación con los gremios, al tiempo que sostuvo que la reforma laboral busca “debilitar y hasta hacer desaparecer” a los sindicatos, según palabras del titular de la central obrera, Rodolfo Daer. De todas formas, la CGT dejó ayer de hablar sobre un eventual paro al nuevo gobierno.
(La Prensa, Clarín)