La reciente baja de retenciones dispuesta por el Gobierno argentino generó una reacción ambigua en el mercado agroindustrial. Si bien la iniciativa apunta a mejorar la competitividad, el efecto real sobre los precios es limitado y persisten interrogantes acerca de la letra chica del decreto y su alcance temporal.
De acuerdo con Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, “hoy la industria debería estar mostrando márgenes positivos de entre USD 10 y 12 por tonelada, pero continúa en terreno negativo”. Para la próxima cosecha, los márgenes proyectados se ubican entre USD 20 y 30 por tonelada, aunque los cereales todavía exhiben márgenes negativos de entre USD 5 y 10. Romano advierte: “no corresponde esperar un traslado lineal de la baja impositiva al precio, porque el mercado siempre se define por oferta y demanda”. El especialista también señala que resta conocer los detalles regulatorios, ya que “por ahora, la medida tiene gusto a poco”.
En el plano internacional, la atención se centra en las compras chinas de soja. El acuerdo inicial por 12 millones de toneladas para 2025 fue extendido hasta febrero, lo que genera incertidumbre respecto de su cumplimiento. Incluso si se alcanzara ese volumen, los stocks estadounidenses permanecerían elevados y solo una baja importante de los rindes podría sostener los precios actuales.
En Brasil, la siembra avanza con retrasos en zonas afectadas por lluvias insuficientes. En Argentina, el mercado de soja muestra una combinación de tensión y firmeza; los últimos embarques de poroto bajo el esquema de retenciones cero están finalizando, lo que dejará a la industria como único comprador activo. El avance de siembra está demorado por lluvias que, según Romano, pueden favorecer el desempeño del cultivo: “los perfiles húmedos son un punto a favor para la campaña”.
Respecto al maíz, el mercado global mantiene precios sólidos. Estados Unidos, por sus valores altos, fue desplazado de parte de la demanda internacional, mientras que Argentina continúa colocando barcos y Brasil enfrenta altos niveles de consumo interno que limitan los embarques. Para 2025/26, la siembra tardía de soja en el noreste brasileño podría retrasar la safrinha, un riesgo productivo relevante para los precios. Localmente, compradores buscan maíz viejo y grano de cosecha nueva, sobre todo para julio, en un contexto marcado por la preocupación vinculada a la safrinha. Los maíces tempranos argentinos presentan buenas condiciones y la siembra tardía avanza.
En trigo, el acercamiento entre Rusia y Ucrania redujo los temores sobre la navegación en el Mar Negro, mientras Canadá y Australia reportan cosechas más abultadas. En Argentina, la trilla avanza con récord de camiones descargando, lo que presiona los precios a la baja. Los rindes son extraordinarios, pero acompañados de niveles de proteína muy bajos, factor que complica la comercialización. Romano explica: “los rindes fueron tan elevados que el cultivo extrajo todos los nutrientes; ni siquiera una fertilización más agresiva hubiese evitado este descenso en calidad”.












