Según el último estudio de Isonomía Consultores, a 369 días de las elecciones presidenciales de 2015, 70% de la población se inclina por opciones que representen cambio (entre un “cambio puro” y “más cambio que continuidad”), frente a 30% donde prevalece la continuidad (entre la “continuidad pura” y “más continuidad que cambio”).
La encuesta, realizada entre el 24 de septiembre y el 1 de octubre sobre 900 casos efectivos a nivel nacional, releva que el “cambio” se lleva 51% de las menciones; 18% asevera que prefiere “más cambio que continuidad”, 11% quiere más continuidad que cambio; y 19% desea una continuidad pura.
“Si bien por sí solos cambio y continuidad no expresan líneas programáticas ni propuestas concretas, y será tarea de cada partido llenar esos significantes de un contenido significativo para sus votantes, sí permiten dar cuenta de un estado de ánimo social que es necesario atender y analizar”, destacó Juan Germano, Director de Isonomía.
El objetivo del estudio fue comenzar a entender cómo juegan las variables de cambio y continuidad en el terreno político concreto: a la hora de votar, ¿quiénes son los candidatos que hoy encarnan las opciones de cambio o continuidad? ¿Son categorías directamente “trasladables” a los candidatos según sus roles de opositores u oficialistas? La investigación arrojó los siguientes resultados:
De este modo, entre quienes buscan “cambio”, Macri obtiene su mejor desempeño electoral, aunque sin una diferencia todavía significativa respecto de Massa. “Allí radica uno de sus grandes desafíos: mejorar y potenciar su eficiencia electoral sobre quienes buscan el cambio. Es en este contexto donde cobra especial relevancia el destino de los potenciales votos de FA-UNEN. En caso de la ausencia de un candidato fuerte de esta alianza, es posible estimar que alrededor de 50% de sus votos irían a parar a manos del candidato del PRO”, sostuvo Germano. En términos absolutos, este porcentaje representa alrededor del 5% del padrón electoral.
Asimismo, Macri presenta mayor intención de voto que sus competidores en la categoría “más cambio que continuidad”, pero aquí también se hace muy fuerte Scioli, superando levemente a Massa en este espacio y demostrando su “elasticidad electoral”.
Entre quienes buscan opciones donde prevalezca la “continuidad” la figura de Scioli muestra su mayor fortaleza, en especial la continuidad moderada, donde obtiene la mayor diferencia respecto del segundo. “Es en este espacio donde la estrategia comunicacional de Scioli de morigerar su ‘perfil kirchnerista’ reconociendo temas de la agenda del cambio (como inflación, seguridad, empleo) parece estar siendo más exitosa”, subrayó Germano, y agregó que “su posición dominante en este segmento sólo se podría ver amenazada con el surgimiento de un candidato de ADN kirchnerista puro”.
En el caso de Massa, destaca Isonomía, su principal desafío pasará por recuperar la credibilidad como vehículo de un cambio más moderado (principal atributo de su campaña 2013) para equiparar el nivel de competitividad que presenta Macri en este segmento.
Definición de voto, pero poca convicción
Según los números de Isonomía, desde hace aproximadamente cuatro meses nos encontramos en una virtual situación de triple empate entre Scioli, Macri y Massa; a pesar de leves variaciones de uno o dos puntos, están los tres agrupados en una intención de voto de entre 24% y 27% en un escenario “post PASO”.
Sin embargo, el estudio reveló también que los altos niveles de indefinición no se dan sólo a la hora de definir qué candidatos representan mejor las diferentes variantes de cambio y continuidad de cara a 2015: cuando se consulta a los votantes si podrían votar a otro candidato además del propio, encontramos altísimos niveles de volatilidad, mostrando que si bien existe definición de voto, aún hay bajos niveles de convicción.
Por último, la única variable que no encuentra mayores cambios en el transcurso del año es la predisposición a votar por un candidato que sea apoyado por Cristina Fernández de Kirchner, que se encuentra en 32%. “Un número sumamente representativo y sólido pero que seguramente tenga fuertes problemas para enfrentarse a una potencial segunda vuelta electoral. El principal desafío para el gobierno será poder trasladar ese capital de apoyo potencial a un candidato ‘puro’ del espacio”, concluyó Germano.