Una buena parte de la Policía Bonaerense está en la mira de la Justicia: de sus 46.000 efectivos, cerca de 3.000 están imputados en 4.000 causas penales. Es decir, uno de cada quince policías, según la afirmación de una calificada fuente del Ministerio de Justicia y Seguridad provincial. Malversación de caudales públicos, defraudación, cohecho (coimas), apremios ilegales, incumplimiento de los deberes de funcionario público y connivencia con delincuentes constituyen los delitos más comunes imputados a esos efectivos. Todas estas faltas son causales de expulsión de la fuerza. De hecho, 1.000 policías bonaerenses imputados de los delitos más graves ya fueron puestos en disponibilidad en los últimos dos años. El ministro de Justicia y Seguridad provincial, León Arslanián, reconoció la semana pasada que los casos de corrupción en las filas policiales persisten: “Contra eso tenemos que luchar”, dijo el funcionario. Una de las sanciones más graves contra un efectivo se conoció el martes pasado, cuando el ex subjefe de la comisaría 9ª de La Plata, Walter Abrigo, fue condenado a prisión perpetua por la tortura seguida de muerte del estudiante de periodismo Miguel Bru.
Una buena parte de la Policía Bonaerense está en la mira de la Justicia: de sus 46.000 efectivos, cerca de 3.000 están imputados en 4.000 causas penales. Es decir, uno de cada quince policías, según la afirmación de una calificada fuente del Ministerio de Justicia y Seguridad provincial. Malversación de caudales públicos, defraudación, cohecho (coimas), apremios ilegales, incumplimiento de los deberes de funcionario público y connivencia con delincuentes constituyen los delitos más comunes imputados a esos efectivos. Todas estas faltas son causales de expulsión de la fuerza. De hecho, 1.000 policías bonaerenses imputados de los delitos más graves ya fueron puestos en disponibilidad en los últimos dos años. El ministro de Justicia y Seguridad provincial, León Arslanián, reconoció la semana pasada que los casos de corrupción en las filas policiales persisten: “Contra eso tenemos que luchar”, dijo el funcionario. Una de las sanciones más graves contra un efectivo se conoció el martes pasado, cuando el ex subjefe de la comisaría 9ª de La Plata, Walter Abrigo, fue condenado a prisión perpetua por la tortura seguida de muerte del estudiante de periodismo Miguel Bru.