Según el IPC GBA Ecolatina, la inflación trepó 2,9% entre la primera quincena de agosto y el mismo período de julio. La aceleración se explicó principalmente por la dinámica de alimentos, bienes para el hogar y alquileres.
La consultora considera que el descongelamiento de muchos precios máximos, que venían acumulando mayores costos desde el inicio de la pandemia, y el relajamiento de la cuarentena a partir de la segunda mitad de julio fueron los principales factores que explicaron este proceso.
Esto implicó que, a diferencia de otros momentos del año, en la primera quincena de agosto el incremento en los precios de los alimentos se dé de forma generalizada.
A modo de ejemplo, en enero la inflación del capítulo de Alimentos y bebidas (se ubicó en +5,1% en ese mes) traccionada por aumentos puntuales y significativos en determinados bienes. Casi una quinta parte de los productos relevados mostraron incrementos por encima del 10%, a la par que el 60% de los bienes no mostraron subas.
A contramano, en la primera quincena de agosto se achicó la proporción de bienes con incrementos superiores al 10%, pero se incrementó la proporción de bienes con aumentos más pequeños: el 85% de los productos relevados mostró subas menores a 10%, generando que únicamente el 10% de los precios de los bienes se mantenga sin incrementos.
Si a esto le sumamos la dinámica de alquileres y bienes para el hogar, se obtiene una marcada aceleración del IPC Núcleo (que excluye bienes y servicios con un componente estacional o regulados por el gobierno), que trepó 3,5% entre quincenas.
Esto demuestra que a medida que la cuarentena se va relajando en el AMBA, la inflación subyacente va retornando a niveles previos a la pandemia (por encima del 3%). Se debe destacar que esto sucede incluso en ausencia de aumentos de precios Regulados y paritarias, factores que de activarse podrían continuar acelerando este indicador.
¿Qué se puede esperar?
A diferencia de julio, cuando la inflación promedió 2,2% en el resto del país vs 1,6% en la región metropolitana (+0,6 p.p. de diferencia), se estima que la suba de precios será más uniforme durante agosto rozando el 3% a lo largo y ancho del país, especialmente considerando el reciente ajuste en los combustibles en todo el territorio nacional.
En este sentido, la inflación difícilmente vuelva a ubicarse debajo de 2% mensual en lo que queda del año. La magnitud de la aceleración dependerá de las negociaciones paritarias paralizadas durante la cuarentena, el grado de descongelamiento de algunos de precios regulados como prepagas, servicios de telefonía y combustibles, y la evolución de tipo de cambio y/o restricciones en el mercado oficial.
En particular, se espera que la inflación alcance una mayor tasa en el último trimestre del año producto del levantamiento de la cuarentena y la reanudación de las paritarias. En este marco, la inflación podría cerrar el año en 39% para 2020.