Rodeados de bastante silencio, los números de la economía europea van mostrando un crecimiento que supera las expectativas. Tanto las expectativas de los empresarios como los datos de desempleo sorprenden positivamente en la primera parte de este año.
La eurozona lleva 14 trimestres consecutivos de crecimiento, la tasa de desempleo ha bajado a un dígito y el optimismo que muestran las empresas es el más alto en 6 años. Todo esto contrasta bastante con lo que se viene diciendo, que la economía europea está estancada, esclerótica y en baja.
La aceleración en la creación de empleo marcó en enero un récord tomando los nuevo últimos años y el crecimiento de la producción se mantuvo en 5,5 por año.
A pesar de las grandes preocupaciones sobre los bancos italianos o la prolongada crisis griega, el crecimiento de la eurozona en el cuarto trimestre del año pasado fue calculado en 0,5%, superior a la tasa de Estados Unidos. Tomando el total de 2016 el crecimiento de la eurozona fue de 1,7% superando al 1,6% de Estados Unidos.
Hay varias razones que mencionan los analistas: la crisis financiera ya va a cumplir casi 10 años ; hay mucho desempleo por absorber. El desprendimiento de Gran Bretaña no provocó el shock que muchos temían y la política monetaria del Banco Central Europeo, súper laxa, finalmente comienza a dar resultados y la gente y las empresas comienzan a tomar préstamos y a gastar.