A medida que las sanciones de Naciones Unidas se volvieron más severas, la economía se fue descentralizando y haciendo más productiva porque el debilitamiento de los controles oficiales permitió la difusión de las actividades de mercado e incentivó a los particulares a trabajar en s propio beneficio. La planificación central se está debilitando, el dinero reemplaza al cupón de racionamiento y aumenta el comercio exterior.
Sin embargo, la economía manejada por el estado no muestra señales de debilitamiento. Pyongyang dicta probablemente la mitad de todas las transacciones económicas, mucho más que el gobierno central de cualquier otro país. El estado y sus empresas, y los inmensos colectivos agrarios siguen concentrando la mayor parte del capital y las propiedades y a través de sus amplias regulaciones y poderes de vigilancia.
La gente de Norcorea es muy pobre. El PBI per cápita – estimado entre US$ 700 y US$ 2.000 – coloca al país casi en la base del ranking mundial y aun esas cifras dan una idea exagerada de los niveles de vida. Una gran porción del PBI, el gobierno la gasta para sí mismo y sus fuerzas armadas y bastante poco va para consumo de la población.
La gente sufre escasez de alimentos, combustible, electricidad, agua corriente y otras necesidades básicas, aunque desde los 90 no hay evidencia de hambrunas. El país registra un gran déficit comercial sostenido financiado por algo de ayuda externa las ganancias del sector servicios, ayuda externa, ganancias del sector servicios y actividades ilícitas
Datos obtenidos del Informe Especial 2018 de la COMISIÓN NACIONAL DE COREA DEL NORTE
