La crisis externa hace que China lance estímulos por US$ 590.000 millones

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El alerta proviene de Ma’anchan Iron & Steel: su flamante planta de US$ 3.000 millones redujo turnos laborales. “El problema es la demanda exterior y no son los únicos en recortar producción”, señalan en la vecina Nanjing.

La contracción en siderometalurgia y otro sectores se esperaba, pero no a la velocidad actual. Por supuesto, no es una tragedia como en algunas economías centrales: el producto bruto interno, que se expandió 11,6% en 2007, tal vez ceda a 7,5/8%. Por de pronto, este trimestre tal vez marque sólo 5,5% anual.

Más alarmante es una advertencia de la autoridad reguladora bancaria. A su criterio, crecen los riesgos de carteras morosas e incobrables, un clásico local desde los años 90s. Por su parte, algunas actividades podrían empezar a despedir personal, algo que fomentaría malestar social en las ciudades.

Por supuesto, la recesión deflatoria norteamericana quizás afecte a China más que la crisis financiera occidental. Ello explica que, esta misma semana, Beijing haya armado un paquete de estímulos por alrededor de US$ 590.000 millones, el mayor del planeta salvo Estados Unidos.

Hay síntomas de enfriamiento en sectores como acero, cemento, construcción, vivienda, etc. Sin llegar a contracciones masivas, altos funcionarios admiten que vienen tiempos difíciles, como lo indica el 40% de baja operado este año en ventas inmobiliarias en varios centros urbanos. El megapaquete anunciado cubrirá el bienio 2009/10. Por supuesto, China dispone de reservas internacionales cercanas a US$ 1,25 billones, en tanto EE.UU. adeuda unos 11,5 billones.

La contracción en siderometalurgia y otro sectores se esperaba, pero no a la velocidad actual. Por supuesto, no es una tragedia como en algunas economías centrales: el producto bruto interno, que se expandió 11,6% en 2007, tal vez ceda a 7,5/8%. Por de pronto, este trimestre tal vez marque sólo 5,5% anual.

Más alarmante es una advertencia de la autoridad reguladora bancaria. A su criterio, crecen los riesgos de carteras morosas e incobrables, un clásico local desde los años 90s. Por su parte, algunas actividades podrían empezar a despedir personal, algo que fomentaría malestar social en las ciudades.

Por supuesto, la recesión deflatoria norteamericana quizás afecte a China más que la crisis financiera occidental. Ello explica que, esta misma semana, Beijing haya armado un paquete de estímulos por alrededor de US$ 590.000 millones, el mayor del planeta salvo Estados Unidos.

Hay síntomas de enfriamiento en sectores como acero, cemento, construcción, vivienda, etc. Sin llegar a contracciones masivas, altos funcionarios admiten que vienen tiempos difíciles, como lo indica el 40% de baja operado este año en ventas inmobiliarias en varios centros urbanos. El megapaquete anunciado cubrirá el bienio 2009/10. Por supuesto, China dispone de reservas internacionales cercanas a US$ 1,25 billones, en tanto EE.UU. adeuda unos 11,5 billones.

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