Duahlde le pidió a Bush “fórmulas de asistencia rápida”

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El canciller Carlos Ruckauf le entregó una carta, escrita por Eduardo Duhalde, al Secretario de Estado Colin Powell. La misiva está dirigida a George W. Bush, a quien se le solicitan “fórmulas de asistencia rápida” para superar la crisis.

“Agradecería profundamente si el gobierno de los Estados Unidos
considerara, con la mayor premura, fórmulas de asistencia rápida a
mi país”, pidió Duhalde, al tiempo que sugirió que dicha
asistencia puede “ser coordinada con las naciones que integran el
G-7”.

A través de la carta, el Gobierno argentino ratificó su calidad
de “socios y aliados extra-OTAN” y reseñó en apretada síntesis los
índices de la crisis económica.

La carta, que fue difundida en Buenos Aires, señaló
también el “apretado margen de maniobra” con que cuenta la gestión
del presidente Duhalde y manifestó la “firme voluntad” del
gobierno para lograr un presupuesto equilibrado y un plan de
crecimiento sustentable.

El siguiente es el contenido textual de la carta:

“Estimado Presidente y amigo:

Hago propicia la oportunidad del viaje del señor Canciller
Carlos Ruckauf a Washingtton para continuar, por esta vía, las
francas y constructivas comunicaciones que hemos mantenido desde
que asumiera la Presidencia.

En ese marco, deseo reafirmarle la coincidencia entre los
principios y valores fundacionales que inspiran a nuestras dos
democracias.

Ninguna de las medidas que hemos tomado, que son de naturaleza
estrictamente circunstancial y forzadas por la dura realidad que
enfrentamos, debe ser interpretada como un desvío de tales
premisas fundamentales.
En la definición de estas medidas hemos
recurrido a la colaboración de países amigos que han atravesado
situaciones similares y a la experiencia de organizaciones
internacionales, atendiendo a su ilustrado consejo.

En tal sentido, destaco el muy limitado margen de maniobra que
enfretamos al asumir la presidencia, hace 15 días.

La Nación a mi cargo ha sido destruida en lo económico, en lo
social y, ante todo, en la credibilidad que el pueblo tiene en su
dirigencia.
En los 24 meses del gobierno que abandonó el poder en
forma abrupta, se dejaron de cumplir con los planes alimentarios a
los carenciados, se llegó a una desocupación del 20 por ciento, se
perdieron 20.000 millones de dólares de reservas y se congeló el
patrimonio de los ahorristas, destruyendo la confianza en el
sistema financiero.

Al mismo tiempo el Estado Nacional perdió el crédito interno y
extenro, se destruyó el valor de la moneda y se desmonetizó el
sistema minorista de ventas. Las pequeñas y medianas empresas de
la Argentina están quebradas.

Hoy el país lleva cuatro años de recesión, el PBI se redujo en
un 4 por ciento en el 2001, la recaudación impositiva cayó el 28
por ciento en diciembre último y un tercio de la población se
halla bajo el índice de pobreza y frente a este cuadro hemos
tenido que suspender transitoriamente los pagos de la deuda
externa.

Soy consciente que la salida de la crisis será dolorosa y puedo
asegurarle que tomaremos las acciones necesarias con plena
conciencia del sacrificio que implican, lo que demandará tiempo y,
en forma urgente, la colaboración activa de los países amigos, que
no debe demorarse.

Mi gobierno está firmemente comprometido con dejar de lado, lo
más rápido posible, medidas transitorias, de corte dirigista, que
hemos heredado o nos hemos visto obligados a tomar. Insisto, las
presentes medidas son sólo circunstanciales y serán abandonadas
tan pronto podamos normalizar la situación económica y
financiera.

A tal fin, comprometo, una vez más, la firme voluntad de mi
Gobierno en procura de un presupuesto equilibrado y un plan de
crecimiento sustentable y a este respecto, seguiremos trabajando
conjuntamente con el FMI y con el grupo de asesores de países
amigos.

Enfrentamos necesidades económicas y sociales que reclaman ser
solucionadas ´ahora´. Cualquier demora en ese terreno conlleva el
peligro de su agravamiento en el marco de la ya tensa situación
que atravesamos.

Sé que sólo con libertad económica e integrados al mundo
saldremos de nuestra crisis, pero también que la convulsión social
es muy grave y el mejor plan puede perder posibilidades si no
actuamos rápido. Por ello necesitamos de nuestros amigos y aliados
comprensión ante la coyuntura y ayuda concreta de organismso
financieros multilaterales.

Estimado Presidente y amigo, agradecería profundamente si el
Gobierno de los Estados Unidos considerara, con la mayor premura,
fórmulas de asistencia rápida a mi país. Tal vez dicha asistencia
pudiera ser coordinada con las naciones que integran el G7. Desde
ya que su Gobierno y el pueblo estadounidense pueden contar con el
agradecimiento anticipado de todos los argentinos por tales
esfuerzos.

Estoy seguro que este primer encuentro del señor ministro
Ruckauf con el señor Secretario de Estado, Colin Powell, y con
otras autoridades de su Gobierno, además de reafirmar el carácter
de socios y aliados extra-OTAN. Contribuirá a una más completa
comprensión de la situación que le he descripto.

Esperando encontrarme con Usted en un futuro próximo le envío
un abrazo cordial”.

Eduardo Duhalde

Fuente: Noticias Argentinas

“Agradecería profundamente si el gobierno de los Estados Unidos
considerara, con la mayor premura, fórmulas de asistencia rápida a
mi país”, pidió Duhalde, al tiempo que sugirió que dicha
asistencia puede “ser coordinada con las naciones que integran el
G-7”.

A través de la carta, el Gobierno argentino ratificó su calidad
de “socios y aliados extra-OTAN” y reseñó en apretada síntesis los
índices de la crisis económica.

La carta, que fue difundida en Buenos Aires, señaló
también el “apretado margen de maniobra” con que cuenta la gestión
del presidente Duhalde y manifestó la “firme voluntad” del
gobierno para lograr un presupuesto equilibrado y un plan de
crecimiento sustentable.

El siguiente es el contenido textual de la carta:

“Estimado Presidente y amigo:

Hago propicia la oportunidad del viaje del señor Canciller
Carlos Ruckauf a Washingtton para continuar, por esta vía, las
francas y constructivas comunicaciones que hemos mantenido desde
que asumiera la Presidencia.

En ese marco, deseo reafirmarle la coincidencia entre los
principios y valores fundacionales que inspiran a nuestras dos
democracias.

Ninguna de las medidas que hemos tomado, que son de naturaleza
estrictamente circunstancial y forzadas por la dura realidad que
enfrentamos, debe ser interpretada como un desvío de tales
premisas fundamentales.
En la definición de estas medidas hemos
recurrido a la colaboración de países amigos que han atravesado
situaciones similares y a la experiencia de organizaciones
internacionales, atendiendo a su ilustrado consejo.

En tal sentido, destaco el muy limitado margen de maniobra que
enfretamos al asumir la presidencia, hace 15 días.

La Nación a mi cargo ha sido destruida en lo económico, en lo
social y, ante todo, en la credibilidad que el pueblo tiene en su
dirigencia.
En los 24 meses del gobierno que abandonó el poder en
forma abrupta, se dejaron de cumplir con los planes alimentarios a
los carenciados, se llegó a una desocupación del 20 por ciento, se
perdieron 20.000 millones de dólares de reservas y se congeló el
patrimonio de los ahorristas, destruyendo la confianza en el
sistema financiero.

Al mismo tiempo el Estado Nacional perdió el crédito interno y
extenro, se destruyó el valor de la moneda y se desmonetizó el
sistema minorista de ventas. Las pequeñas y medianas empresas de
la Argentina están quebradas.

Hoy el país lleva cuatro años de recesión, el PBI se redujo en
un 4 por ciento en el 2001, la recaudación impositiva cayó el 28
por ciento en diciembre último y un tercio de la población se
halla bajo el índice de pobreza y frente a este cuadro hemos
tenido que suspender transitoriamente los pagos de la deuda
externa.

Soy consciente que la salida de la crisis será dolorosa y puedo
asegurarle que tomaremos las acciones necesarias con plena
conciencia del sacrificio que implican, lo que demandará tiempo y,
en forma urgente, la colaboración activa de los países amigos, que
no debe demorarse.

Mi gobierno está firmemente comprometido con dejar de lado, lo
más rápido posible, medidas transitorias, de corte dirigista, que
hemos heredado o nos hemos visto obligados a tomar. Insisto, las
presentes medidas son sólo circunstanciales y serán abandonadas
tan pronto podamos normalizar la situación económica y
financiera.

A tal fin, comprometo, una vez más, la firme voluntad de mi
Gobierno en procura de un presupuesto equilibrado y un plan de
crecimiento sustentable y a este respecto, seguiremos trabajando
conjuntamente con el FMI y con el grupo de asesores de países
amigos.

Enfrentamos necesidades económicas y sociales que reclaman ser
solucionadas ´ahora´. Cualquier demora en ese terreno conlleva el
peligro de su agravamiento en el marco de la ya tensa situación
que atravesamos.

Sé que sólo con libertad económica e integrados al mundo
saldremos de nuestra crisis, pero también que la convulsión social
es muy grave y el mejor plan puede perder posibilidades si no
actuamos rápido. Por ello necesitamos de nuestros amigos y aliados
comprensión ante la coyuntura y ayuda concreta de organismso
financieros multilaterales.

Estimado Presidente y amigo, agradecería profundamente si el
Gobierno de los Estados Unidos considerara, con la mayor premura,
fórmulas de asistencia rápida a mi país. Tal vez dicha asistencia
pudiera ser coordinada con las naciones que integran el G7. Desde
ya que su Gobierno y el pueblo estadounidense pueden contar con el
agradecimiento anticipado de todos los argentinos por tales
esfuerzos.

Estoy seguro que este primer encuentro del señor ministro
Ruckauf con el señor Secretario de Estado, Colin Powell, y con
otras autoridades de su Gobierno, además de reafirmar el carácter
de socios y aliados extra-OTAN. Contribuirá a una más completa
comprensión de la situación que le he descripto.

Esperando encontrarme con Usted en un futuro próximo le envío
un abrazo cordial”.

Eduardo Duhalde

Fuente: Noticias Argentinas

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