Las elecciones cerraron en cinco estados clave el martes y las candidaturas de ambos partidos ya se ven con mucha más claridad. Tanto Donald Trump como Hillary Clinton tuvieron una gran noche arrasando en los estados grandes y minimizando las pérdidas.
Luego de perder feo en Michigan, Hillary se alzó con un contundente triunfo en cuatro estados juntando así con holgura los delegados necesarios para convertirla en la candidata oficial del Partido Demócrata. Ganó holgadamente en Ohio, Florida y Carolina del Norte frente a su opositor Bernie Sanders. En Florida y Ohio sacó dos tercios de los votos En Carolina del norte, otro estado clave, sacó tres quintos. En Illinois ganó por poco: 51 a 49 y en Missouri también por escasísimo margen.
Por su parte, el partido republicano obtuvo 99 delegados en Florida. Ese resonante triunfo eliminó a Rubio de la contienda después de no haber podido ganar en su propio estado ni unir al establishment republicano en contra de Trump. El magnate inmobiliario se aseguró así los 1.237 delegados que necesita para ganar la nominación
Trump todavía tiene muchos críticos dentro de su propio partido pero ya parece bastante improbable que logren impedir que gane la nominación.
