Los precios de la hacienda se rezagaron respecto de la inflación durante 2017 y 2018; el ajuste fue de un 10%-12% según categorías de animales. Lo mismo sucedió con los precios de la carne bovina a nivel mostrador. En lo que va de 2019, el mercado está corrigiendo el fenómeno, empezando por una fuerte revalorización de la hacienda, según advierte un informe del IERAL, de la Fundación Mediterránea, firmado por Juan Manuel Garzón.
En los dos primeros meses, los precios de los animales acumulan una suba del 38% (novillito), y un 25% los de la carne. La corrección de precios relativos llega en un momento inoportuno, con un Banco Central desplegando instrumentos varios para desacelerar la inflación. En términos cuantitativos, se estima que el mes de febrero habría sido más afectado que enero; el aumento del precio de la carne habría aportado 0,8 puntos porcentuales al costo de vida del segundo mes del año, explicando casi un cuarto de la que habría sido, de acuerdo a los adelantos, la inflación general (3,5%).
El fenómeno de corrección podría haber llegado a su fin o estar muy cerca de éste. El precio de la hacienda se ubica ya en un buen nivel en relación a otros precios de la economía (en perspectiva histórica). A su vez, el consumo interno seguramente responderá en forma contractiva a los últimos aumentos y, por el lado de los exportadores, no parece haber mucho más margen para seguir convalidando reacomodamientos de precios.
La inflación de enero se ubicó en un rango de entre 2,8% y 4,0% según los principales relevamientos que hoy se realizan en el país (IPC INDEC, IPC CABA, IPC Córdoba). A su vez, mediciones ya disponibles de febrero señalan que la tasa de inflación habría superado el 3,5% en el segundo mes del año (IPC Online Bahía Blanca). De por sí todos los porcentajes mencionados son elevados, pero la preocupación mayor no se origina en los valores absolutos, sino más bien en la tendencia, en el hecho que la inflación con la que arrancó 2019 está siendo, en todas las mediciones, superior a la registrada en el cierre de 2018; es decir, el factor que enciende la alarma es la resiliencia que muestra la inflación a las acciones que viene llevando adelante el Banco Central para, justamente, controlar y reducir el ritmo al que suben los precios de la economía.