<p>Ya quebrada la confianza de la sociedad en las mediciones del INdEC, discutir hoy el modelo económico argentino es una cuestión de apreciaciones. La canasta básica de alimentos, que marca límites a la pobreza y de ésta a la indigencia, está constituida por valores que encuesta el mismo organismo que, desde hace un año y medio, está intervenido, precisamente, por el funcionario encargado de evitar las alzas de los precios: Guillermo Moreno. </p><p>De igual modo, también licuadas las ideologías por los vínculos de interés que proponen los actuales moradores de la Casa Rosada, hoy podría afirmarse que los alineamientos políticos prescinden del histórico meridiano de Yalta, que dividía las izquierdas y las derechas del mundo, para ubicarse en función del calor oficial.</p><p>El ahora dividido movimiento piquetero oficialista, que orienta el "Huevo" Ceballos, se plegó al de Luis D´Elía, no ya en un ideario social, sino en escrachar a la Sociedad Rural Argentina como el símbolo oligárquico de la protesta agropecuaria. Ya ni siquiera frente a ese emblema se suman Raúl Castells y seguidores a los otros colegas piqueteros. Al contrario, se movilizan en apoyo de los productores.</p><p>A más de 200 kilómetros de la sede de la tradicional entidad, en la peatonal porteña Florida, la antes aliada Corriente Clasista y Combativa, que lidera el estatal Víctor De Gennaro, participó en la ocupación del edificio municipal de Gualeguaychú, codo a codo con el núcleo duro de la resistencia rural de base a las retenciones móviles.</p><p>De Gennaro, en realidad, actúa por fuera de la Central de Trabajadores Argentinos, CTA, de la que fuera uno de sus pilares, desde que el secretario general, el docente Hugo Yarsky, empezó a coquetear con el gobierno de Cristina Kirchner, detrás de una promesa de reconocimiento de personería al que se viene oponiendo la CGT de Hugo Moyano.</p><p>El antimenemismo fue el factor de unidad de estas distintas vertientes, cuya identificación ideológica era la militancia de izquierda. La CCC respondía al partido Comunista Revolucionario y se enraiza en los orígenes con una "tendencia" con la que el matrimonio Kirchner, cuanto menos, ha declarado simpatizar, como en este caso la SMATA cordobesa de los ´70.</p><p>El líder de las bases rurales en rebeldía es Alfredo de Angeli, un dirigente de ideología más afín al tronco de la CCC que a la Rural que representa un "moderado" como Miguens.<br /></p>
<p><strong>La "patria financiera"</strong></p><p>La presidenta, en su discurso ante la FAO en Roma, trazó otra línea, aunque no ya ideológica, para dividir la matriz de los tenaces adversarios de su gobierno: los pooles de siembra, a los que identificó (sin precisarlo de ese modo) como la versión rural de la "patria financiera". </p><p>Sin proponérselo, la idea se la brindó Carlos Reutemann, cuando en sus últimas declaraciones para diferenciarse del gobierno nacional, caracterizó a los productores más jóvenes que fogonean el conflicto como prestadores de trabajos en otros campos para poder redondear un ingreso mejor. Por cierto que desplazarse a distancia con sus equipos, pernoctar en los trailers y madrugar con las heladas para realizar las labores a cielo abierto, sin calefacción, es la cara opuesta a residir abrigado y confortable en Puerto Madero, como subrayó el ex gobernador de Santa Fe. El espejo que le encontró a esa diferenciación el matrimonio presidencial reflejó precisamente el prototipo de ahorrista de 16.000 dólares que espera sumergido en el yacuzzi una ganancia del 30 % en divisas.</p><p>En todo caso, dentro del esquema de polarización que intentan instalar los Kirchner asoma la distinción entre los que consideran pobres y ricos, tomando obviamente posición por la protección de los más postergados.</p><p>Algo parecido pusieron en práctica cuando dictaminaron que las compañías extranjeras que operaban los servicios públicos aprovechaban su fortaleza corporativa para acumular ganancias en detrimento de los consumidores cautivos: las fueron empujando con regulaciones hasta obligarlas a vender su participación a empresarios nacionales aliados. El proceso aún no finalizó, ya que faltan varias gasíferas y eléctricas, más algunas que otras petroleras.</p><p>El meridiano cero de la política que concibe el kirchnerismo pasa por su propia caja: los amigos abrevan de ella, los enemigos la cuestionan. Que sean pobres o ricos no es, en la práctica, condición sine qua non.</p><p>Hasta en los derechos humanos, donde la frontera separaba en la concepción original a los militantes de izquierda de las fuerzas de represión, surgieron fisuras, que no tienen que ver precisamente con lo ideológico: Estela de Carlotto y Hebe Bonafini, abuela y madre de desaparecidos, respectivamente, adhieren al proyecto de la Casa Rosada, mientras que un par, en todo sentido, como Darwina Galliquio dio su apoyo a los productores ante la multitud que cubrió el monumento a la bandera y alrededores en Rosario, el 25 de mayo.<br /></p>
<p>Otro dirigente que divide aguas en el propósito oficial de poner a los movimientos populares de su lado y enfrentarlos con las antinomias de turno es el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, a quien el aparato paraoficial busca desprestigiar, lo mismo que a De Angeli, por la capacidad natural para reclutar adhesiones dentro de la "clientela" a la que apunta el gobierno. Hasta no hace mucho, Buzzi se mostraba con D´Elía y ahora ambos se cuidan muy bien de no hablar mal del otro.</p>
<p><strong>Extirpaciones</strong></p>
<p>Kichner va cortando con la minuciosa precisión de un cirujano cada órgano que sale de su órbita y sutura los cuerpos que funcionaban a favor pero sufren jirones, como la Concertación Plural, a la que virtualmente había abandonado a su suerte mientras se constituía como monarca del partido Justicialista.</p>
<p>Buzzi es un referente a extirpar porque integra un frente opositor, sino en lo político, al menos en lo gremial, donde la unión se hace para enfrentar asechanzas concretas a los intereses en común. </p>
<p>El ex presidente ha instalado en el gobierno el aserto de que se ha formado un partido político del agro con el que confrontar. Que no es Coalición Cívica, ni la UCR, ni el peronismo duhaldista (ahora ampliado por José de la Sota y Carlos Reutemann, a su decir), sino un mosaico de pequeños liderazgos casi imposible de reunir en una fuerza electoral capaz de derrotarlo, en 2009 primero y 2011 luego.</p>
<p>La base potencia de movilización efectiva son los 290 mil productores de todo el país que se unieron para repudiar la exacción fiscal con que el kirchnerismo reforzó la caja con vistas a enfrentar los desafíos venideros.</p>
<p>El estilo de reparto de subsidios sociales, obras a municipios que significan empleos, publicidad a medios que están de su lado, empresas a hombres de negocios que les responden directamente, significa una clara discriminación entre amigos y enemigos. Para los primeros, "todo" para los otros "ni justicia", uno de los axiomas peronistas de los viejos tiempos.</p>
<p>La arquitectura de poder que aplican los Kirchner desde sus épocas de Santa Cruz se reflejaría en un "piso" electoral del 40%, suponiendo que los productores rurales que dieron el voto a Cristina en octubre pasado lo retirasen en la próxima. Ese solo caudal aseguraría el triunfo, siempre que no se junte en un frente homogéneo el otro 60 %. Y la experiencia de la Alianza permanecería aún fresca (concluyen) en la memoria de los argentinos, por lo menos hasta el período que viene.</p>
<p>La autoridad de mando es la característica saliente de Néstor Kirchner, y cuando se pone en duda, como sucedió en esta primera etapa del gobierno de su esposa, no tiene empacho en salir a "blindarla". Por eso, la posibilidad de resignar en el 2009 una parte de la hegemonía que reunió en el Congreso por efecto del desgaste por el paro agropecuario la siente plenamente cubierta por la "gestión" desde la Casa Rosada. <br />
La caja que juntó a expensas del agro, en esta oportunidad, evalúa que le sirve mucho más que los votos que pudo haber arriesgado en el lance, siempre y cuando la oposición no lo enfrente y la ciudadanía confíe en esa clase de ententes como la que hoy representa la que se pliega al paro agropecuario.</p>
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