La decisión chilena de negociar acuerdos comerciales con Estados Unidos, fue analizada durante la reunión de gabinete que el presidente Fernando de la Rúa convocó anteayer (sábado 2) en Olivos.
El canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini, enumeró las implicancias que tendría para la Argentina y para el Mercosur el paso que dio el país trasandino, y la mayoría de los funcionarios presentes
interpretan que la cuestión implica cierto debilitamiento para el bloque regional a la hora de negociar con los Estados Unidos para la integración en el ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas).
En tanto, en Cancillería se comenta que el paso de Chile amerita insistir en lo que en lenguaje diplomático denominan “más Mercosur” y que equivale a una mayor institucionalización del acuerdo regional.
Por otra parte, los informantes desestimaron que nuestro país esté evaluando la posibilidad de impulsar un frente común con Uruguay ante Brasil con el fin de promover un acuerdo con el Nafta (la alianza comercial de Estados Unidos, México y Canadá).
Los funcionarios recordaron que es inminente la puesta en marcha de un proyecto que resultará “histórico” y que habla a las claras de la buena relación que la Argentina mantiene con Brasil: los consulados conjuntos. La primera experiencia será en las representaciones consulares que Brasil tiene en Boston (Estados Unidos) y nuestro país en Hamburgo (Alemania).
El comienzo de las negociaciones entre Chile y Estados Unidos fue recibido con sorpresas por los gobiernos de la Argentina y Brasil.
Uruguay, en cambio, expresó su beneplácito ante la noticia ya que “se entiende que ello contribuye con el objetivo del presidente Jorge Batlle de acelerar la formación de un área de comercio continental”, dijeron al diario La Nación fuentes oficiales.
Batlle no está conforme con la línea política extrazona que ha manejado el Mercosur en los últimos tiempos, porque entiende que la posibilidad de lograr crecimiento económico sostenido está ligada a potenciar el comercio con los países del Nafta (Estados Unidos, Canadá y México) y percibe que no se han adoptado acciones concretas en ese sentido.
Con relación a este tema, el presidente uruguayo no ha ocultado sus diferencias con Brasil. Hace un año, durante la campaña electoral que le permitió llegar al gobierno, Batlle propuso una alianza entre la Argentina y Uruguay para enfrentar la política comercial impulsada por Brasil, en lo que definió como la recreación “del Virreinato del Río de la Plata”.
La decisión chilena de negociar acuerdos comerciales con Estados Unidos, fue analizada durante la reunión de gabinete que el presidente Fernando de la Rúa convocó anteayer (sábado 2) en Olivos.
El canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini, enumeró las implicancias que tendría para la Argentina y para el Mercosur el paso que dio el país trasandino, y la mayoría de los funcionarios presentes
interpretan que la cuestión implica cierto debilitamiento para el bloque regional a la hora de negociar con los Estados Unidos para la integración en el ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas).
En tanto, en Cancillería se comenta que el paso de Chile amerita insistir en lo que en lenguaje diplomático denominan “más Mercosur” y que equivale a una mayor institucionalización del acuerdo regional.
Por otra parte, los informantes desestimaron que nuestro país esté evaluando la posibilidad de impulsar un frente común con Uruguay ante Brasil con el fin de promover un acuerdo con el Nafta (la alianza comercial de Estados Unidos, México y Canadá).
Los funcionarios recordaron que es inminente la puesta en marcha de un proyecto que resultará “histórico” y que habla a las claras de la buena relación que la Argentina mantiene con Brasil: los consulados conjuntos. La primera experiencia será en las representaciones consulares que Brasil tiene en Boston (Estados Unidos) y nuestro país en Hamburgo (Alemania).
El comienzo de las negociaciones entre Chile y Estados Unidos fue recibido con sorpresas por los gobiernos de la Argentina y Brasil.
Uruguay, en cambio, expresó su beneplácito ante la noticia ya que “se entiende que ello contribuye con el objetivo del presidente Jorge Batlle de acelerar la formación de un área de comercio continental”, dijeron al diario La Nación fuentes oficiales.
Batlle no está conforme con la línea política extrazona que ha manejado el Mercosur en los últimos tiempos, porque entiende que la posibilidad de lograr crecimiento económico sostenido está ligada a potenciar el comercio con los países del Nafta (Estados Unidos, Canadá y México) y percibe que no se han adoptado acciones concretas en ese sentido.
Con relación a este tema, el presidente uruguayo no ha ocultado sus diferencias con Brasil. Hace un año, durante la campaña electoral que le permitió llegar al gobierno, Batlle propuso una alianza entre la Argentina y Uruguay para enfrentar la política comercial impulsada por Brasil, en lo que definió como la recreación “del Virreinato del Río de la Plata”.