Köhler dijo que esa solidez fiscal “debe incluir también a las provincias”.
Durante la entrevista, señaló también que en el FMI hay
“preocupación” por las repercusiones de la situación de Argentina
en otros mercados del mundo.
Köhler y el presidente Eduardo Duhalde hablaron ayer por
teléfono, en un momento en que se han tensado las relaciones entre
las partes, tras ocho meses de infructuosas negociaciones.
Por otra lado, el director gerente del Fondo expresó que una
breve guerra en Irak tendría un “efecto positivo” sobre la
economía mundial.
Köhler consideró también que una guerra de corta duración,
limitada a Irak, podría ayudar a despejar la situación económica
mundial, tan sólo por el hecho de que eliminaría la incertidumbre
creada por la tensa situación actual.
El jefe del FMI dijo que el contexto de tensión
actual, en la que el presidente de Estados Unidos, George Bush,
pidió al Congreso autorización para poder atacar a Irak, “hace que
los inversores titubeen”.
Por el contrario, opinó que “una guerra prolongada tendría un
gran riesgo, ya que sus consecuencias serían impredecibles”.
Köhler dijo que esa solidez fiscal “debe incluir también a las provincias”.
Durante la entrevista, señaló también que en el FMI hay
“preocupación” por las repercusiones de la situación de Argentina
en otros mercados del mundo.
Köhler y el presidente Eduardo Duhalde hablaron ayer por
teléfono, en un momento en que se han tensado las relaciones entre
las partes, tras ocho meses de infructuosas negociaciones.
Por otra lado, el director gerente del Fondo expresó que una
breve guerra en Irak tendría un “efecto positivo” sobre la
economía mundial.
Köhler consideró también que una guerra de corta duración,
limitada a Irak, podría ayudar a despejar la situación económica
mundial, tan sólo por el hecho de que eliminaría la incertidumbre
creada por la tensa situación actual.
El jefe del FMI dijo que el contexto de tensión
actual, en la que el presidente de Estados Unidos, George Bush,
pidió al Congreso autorización para poder atacar a Irak, “hace que
los inversores titubeen”.
Por el contrario, opinó que “una guerra prolongada tendría un
gran riesgo, ya que sus consecuencias serían impredecibles”.