<p>“El poder ejecutivo tiene la última palabra y debe decidir ya”, sostuvo este fin de semana el primer mandatario, quizás el dirigente político más respetado en un país que llega con muletas al 17 de marzo, fecha objeto de estudios, debates y hasta cuestionamientos entre los separatistas de la Liga Norte (senador Umberto Bossi, Lombardía). En otro gesto, ya más pintoresco, en Trentino-Alto Adigio “celebrarán” en dialecto tirolés; o sea, en alemán.<br />
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Hace un par de días, Napolitano y Berlusconi tuvieron una breve reunión a solas. El presidente desmintió luego que el premier lo haya amenazado con reventar las plazas en su apoyo, porque eso habría llevado a su deposición. Ni Bossi ni el secretario parlamentario Giovanni Letta podían digerir ese golpe al revés.<br />
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Por el contrario, fue Napolitano quien le advirtió al Cavaliere “estamos a las puertas del infierno. Urge contener las tensiones, sin lo cual correrá peligro la continuidad de la propia legislatura. En síntesis, o se dicta un especie de desarme o no quedará más remedio que votar por anticipado”. A un mes del sesquicentenario, Italia arriesga conmemorarlo sin gobierno y con un presidente solitario.<br />
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Obviamente, hasta ahora se trata de medias palabras. Nadie quiere acabar con este parlamento, el peor y más cesarista en años, porque ni siquiera hay opciones claras. Por una parte, la mayoría oficialista teme una derrota aun por escaso margen a manos del disidente de centroderecha, o sea Gianfranco Fini.<br />
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Por la otra, la oposición es una bolsa de gatos. Para sacar sus conclusiones, Napolitano había celebrado una ronda de consultas con Bossi, Roberto Maroni, Giulio Tremonti, Fini y, al fin, Berlusconi. También conversó con Luca Cordero Montezemolo, el mayor referente empresario de la península.</p>
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Italia está al borde de una quiebra sistémica
Harto de polémicas, en vísperas del sesquicentenario de la unión nacional, el presidente Giorgio Napolitano pide un encuentro directo con el parlamento. Pero Silvio Berlusconi, primer ministro en riesgo de morte civile, será todo un obstáculo.