Irak: tropas estadounidenses por primera vez en retirada

Las tropas norteamericanas atendieron las exigencias de la población y se retiraron de los cuarteles que ocupaban en la conflictiva localidad de Faluja.

11 julio, 2003

La salida, la primera de esta naturaleza desde que el pasado 1 de mayo se declarara oficialmente le fin de la guerra, coincidió con nuevos ataques contra las fuerzas de la coalición en la vecina urbe de Ramadi y Samarra, donde podría haber víctimas.

Según la cadena de televisión por satélite qatarí “Al Yazira”, al menos un soldado norteamericano podría haber muerto, en un ataque perpetrado anoche con morteros contra una posición militar de EEUU en la localidad de Al-Qala, vecina a la histórica ciudad de Samarra, al norte de Bagdad.
Además, varios soldados podrían resultado heridos, aunque hasta el momento no hay confirmación por otros medios de que haya habido víctimas.

La oficina de prensa de las fuerzas estadounidenses en Bagdad contestó con un escueto “sin comentarios” cuando fue consultada por EFE sobre el ataque.
“Al Yazira” también dio noticia hoy de una serie de explosiones escuchadas al amanecer en los aledaños del palacio presidencial de Ramadi, utilizado por la infantería norteamericana como cuartel general para sus operaciones militares en el norte de Irak.
“Las detonaciones se salían de lo normal. Jamás había escuchado explosiones de ese calibre. Después, un helicóptero abrió fuego contra blancos terrestres” relató el corresponsal de la cadena en esta ciudad, a unos 130 kilómetros de la capital.
Este segundo ataque tampoco ha podido ser confirmado por otras fuentes.

El día fue relativamente tranquilo hoy, sin embargo, en la conflictiva ciudad de Faluja, que fue testigo de como las tropas norteamericanas abandonaban la comisaría de Policía y algunos edificios oficiales que ocupaba desde la caída de Bagdad, el pasado 9 de abril.

La salida de las tropas se produjo horas después de que los agentes iraquíes reclutados por EEUU se manifestaran de forma pacífica para exigir que abandonaran la ciudad, en la que viven unas 200.000 personas, en su mayoría musulmanes suníes.
“Demandamos la retirada de los norteamericanos del centro de la ciudad para evitar así que afloren conflictos con la población”, explicó el policía iraquí Ali Yasim. Según los manifestantes, la presencia de las tropas en Faluja, donde se registraron los primeros enfrentamientos entre las tropas norteamericanas y la población iraquí días después de derrocado el antiguo régimen, era entendida como una provocación y suponía un riesgo.

Faluja, uno de los tradicionales baluartes del depuesto régimen de Sadam Husein, se ha convertido en los últimos meses en uno de los principales focos de resistencia y ataques a las fuerzas de ocupación.

Durante el mes de mayo, 17 iraquíes murieron en esta localidad en enfrentamientos con los soldados norteamericanos, mientras que en junio perecieron nueve en una explosión en un mezquita, entre ellos el clérigo que oficiaba la oración.

Los ataques contra las tropas norteamericanas son atribuidos a bolsas de insurgentes leales a Sadam Husein que supuestamente resisten de forma aislada en el norte de Bagdad, una zona boscosa propicia para la guerra de guerrillas.

Además, en otro incidente violento, dos civiles iraquíes resultaron heridos en Bagdad la noche del jueves cuando el vehículo en el que viajaban fue sorprendido por un fuego cruzado.
“Un vehículo civil quedó atrapado en un fuego cruzado cerca de la carretera que une el centro Bagdad con el aeropuerto. Uno de los iraquíes que lo ocupaban resultó herido en el cuello y su acompañante en el abdomen”, informó hoy el mando norteamericano en la capital.

Ambos fueron trasladados a un hospital de la zona, añadió, sin especificar el grado de gravedad de sus heridas.
Un total de 31 soldados norteamericanos han muerto en ataques en Irak desde que el pasado primero de mayo el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunciara el fin de la guerra.

Fuente: EFE

La salida, la primera de esta naturaleza desde que el pasado 1 de mayo se declarara oficialmente le fin de la guerra, coincidió con nuevos ataques contra las fuerzas de la coalición en la vecina urbe de Ramadi y Samarra, donde podría haber víctimas.

Según la cadena de televisión por satélite qatarí “Al Yazira”, al menos un soldado norteamericano podría haber muerto, en un ataque perpetrado anoche con morteros contra una posición militar de EEUU en la localidad de Al-Qala, vecina a la histórica ciudad de Samarra, al norte de Bagdad.
Además, varios soldados podrían resultado heridos, aunque hasta el momento no hay confirmación por otros medios de que haya habido víctimas.

La oficina de prensa de las fuerzas estadounidenses en Bagdad contestó con un escueto “sin comentarios” cuando fue consultada por EFE sobre el ataque.
“Al Yazira” también dio noticia hoy de una serie de explosiones escuchadas al amanecer en los aledaños del palacio presidencial de Ramadi, utilizado por la infantería norteamericana como cuartel general para sus operaciones militares en el norte de Irak.
“Las detonaciones se salían de lo normal. Jamás había escuchado explosiones de ese calibre. Después, un helicóptero abrió fuego contra blancos terrestres” relató el corresponsal de la cadena en esta ciudad, a unos 130 kilómetros de la capital.
Este segundo ataque tampoco ha podido ser confirmado por otras fuentes.

El día fue relativamente tranquilo hoy, sin embargo, en la conflictiva ciudad de Faluja, que fue testigo de como las tropas norteamericanas abandonaban la comisaría de Policía y algunos edificios oficiales que ocupaba desde la caída de Bagdad, el pasado 9 de abril.

La salida de las tropas se produjo horas después de que los agentes iraquíes reclutados por EEUU se manifestaran de forma pacífica para exigir que abandonaran la ciudad, en la que viven unas 200.000 personas, en su mayoría musulmanes suníes.
“Demandamos la retirada de los norteamericanos del centro de la ciudad para evitar así que afloren conflictos con la población”, explicó el policía iraquí Ali Yasim. Según los manifestantes, la presencia de las tropas en Faluja, donde se registraron los primeros enfrentamientos entre las tropas norteamericanas y la población iraquí días después de derrocado el antiguo régimen, era entendida como una provocación y suponía un riesgo.

Faluja, uno de los tradicionales baluartes del depuesto régimen de Sadam Husein, se ha convertido en los últimos meses en uno de los principales focos de resistencia y ataques a las fuerzas de ocupación.

Durante el mes de mayo, 17 iraquíes murieron en esta localidad en enfrentamientos con los soldados norteamericanos, mientras que en junio perecieron nueve en una explosión en un mezquita, entre ellos el clérigo que oficiaba la oración.

Los ataques contra las tropas norteamericanas son atribuidos a bolsas de insurgentes leales a Sadam Husein que supuestamente resisten de forma aislada en el norte de Bagdad, una zona boscosa propicia para la guerra de guerrillas.

Además, en otro incidente violento, dos civiles iraquíes resultaron heridos en Bagdad la noche del jueves cuando el vehículo en el que viajaban fue sorprendido por un fuego cruzado.
“Un vehículo civil quedó atrapado en un fuego cruzado cerca de la carretera que une el centro Bagdad con el aeropuerto. Uno de los iraquíes que lo ocupaban resultó herido en el cuello y su acompañante en el abdomen”, informó hoy el mando norteamericano en la capital.

Ambos fueron trasladados a un hospital de la zona, añadió, sin especificar el grado de gravedad de sus heridas.
Un total de 31 soldados norteamericanos han muerto en ataques en Irak desde que el pasado primero de mayo el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, anunciara el fin de la guerra.

Fuente: EFE

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