El arresto de 11 altos funcionarios, incluido uno de los hombres más ricos del mundo, es una señal de la consolidación del poder del príncipe heredero.
Todavía siguen publicándose detalles de por qué 11 empresarios millonarios y políticos influyentes están detenidos en el Ritz Carlton y otros hoteles cinco estrellas de Riyadh.
Para The Atlantic, la revista de análisis de la actualidad, una cosa es clara: la purga que realizó el sábado el príncipe Mohammed bin Salman entre líderes de alto rango en el reino es una señal más de la consolidación de su poder desde que en junio fue nombrado heredero de la corona.
Entre los detenidos el fin de semana por la comisión anti corrupción figuran el millonario príncipe inversor Alwaleed bin Talal y por lo menos otras 10 figuras prominentes. Además el rey Salman reemplazó al ministro de la guardia nacional que controlaba las ramas del ejército que todavía no estaban bajo el control de la corona.
La decisión del sábado, dice The Atlantic, fue anunciada en Al Arabiya, la red de televisión saudita como parte de una investigación anti corrupción. Pero ocurrió a solo unos meses del reemplazo del ministro del interior Mohammed bin Nayef, supuestamente orquestado por el príncipe heredero Mohammed bin Salman. bin Nayef era el príncipe heredero hasta que el rey Salman nombró heredero a su propio hijo en junio.
Aunque las intrigas palaciegas son características de esos sistemas en los que el patronazgo tienen un papel muy importante para determinar quién tiene el favor del rey y quién no, lo que hace especial y sorprendente estos acontecimientos es que la monarquía rara vez saca sus trapitos al sol. Los príncipes se hacen a un lado privadamente y los funcionarios son removidos en silencio. La defenestración de figuras públicas como el Príncipe Alwaleed bin Talal podría ser una señal de que el príncipe heredero está enviando un mensaje a posibles rivales al trono. También sugiere que, de existir esos rivales, el joven príncipe está consolidando su poder para combatirlos.
“Nunca ha ocurrido una cosa como esta en la historia de Arabia Saudita, lo que da la sensación de que el reino está entrando en aguas inexploradas con consecuencias desconocidas”, opina David Ottaway, investigador del Wilson Center, quien además cree que estas acciones podrían hacer peligrar la estabilidad de la Casa de Saud en los próximos años.
Más de la mitad de las población saudita tiene menos de 25 años y es en esa juventud donde el príncipe heredero tiene gran parte del apoyo popular. Pero la vieja guardia, que ve cómo se le escapan las riendas del poder, es mucho más escéptica sobre el ritmo de cambio que impone el príncipe Mohammed bin Salman. Si bien en los últimos días gran parte de la atención se concentró en las mujeres sauditas que ahora tienen derecho a manejar autos, las otras iniciativas del príncipe son las que más preocupan en el reino: el conflicto en Yemen se ve no sólo como una guerra tapada contra Irán, principal rival regional de Arabia Saudita, sino como algo que es imposible de ganar. Además está el bloqueo a Katar y el programa Visión 2030 del príncipe que busca reducir la dependencia que tiene el reino del petróleo y su plan de vender 5% de Saudi Aramco, la petrolera estatal. El príncipe dice que cree que la venta les reportará US$ 100.000 millones.
Pero si la reforma económica es una piedra fundamental del plan del príncipe heredero, entonces el arresto del príncipe Alwaleed, uno de los hombres más ricos del mundo, es una curiosa forma de mostrarlo. El inversor tiene participaciones importantes en gigantescas empresas como Apple, Twitter y Lyft, y también en Citigroup y News Corp. Es un gran interlocutor para relacionarse con compañías y líderes occidentales. La noticia de su detención provocó una caída de 10% en su firma de inversiones Kingdom Holding.
Según Ottaway, experto en Medio Oriente, “podría enfriar el interés internacional en invertir en el plan Visión 2030 del príncipe para convertir al sector privado no petrolero en el nuevo motor de la economía. Pero la idea del heredero de la corona podría ser eliminar todo vestigio de oposición en la familia real para construir el país a su imagen. De todas maneras, todavía no es rey y la conmoción que está creando podría complicarle el camino.