jueves, 26 de diciembre de 2024

Inflación y desocupación en capital es menor a la de provincias

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En algunas jurisdicciones, el aumento de precios triplica los valores publicados por el organismo oficial. Tampoco el desempleo porteño refleja la realidad de ciudades del interior, como Rosario, Mar del Plata, noroeste o conurbano.

La crisis de los índices es terminal.
Los índices de precios que publica el Indec no coinciden con las mediciones provinciales de inflación ni menos con la percepción de todos los argentinos, como tampoco el de desocupación que suministró el ente oficial refleja la realidad del resto del país.

La crisis de confianza en los indicadores estatales altera el seguimiento de la distribución del ingreso, o sea el termómetro público del gobierno, tanto como los contratos que se ajustan siguiendo sus datos. El caso más sonado actualmente es el de los bonos en pesos, que ya perdieron 30 % de su valor en el mercado financiero debido al escándalo que rodea a su factor de indexación.

En la tasa de desempleo, los guarismos del Indec la ubicaron por debajo del 10 %, lo cual justificó el decreto presidencial de eliminación de la doble indemnización. Pero resulta que en el interior, la cifra fue mucho mayor y no hubiese servido de excusa para suprimir esa protección adicional a la estabilidad de los trabajadores, dictada en plena debacle del 2002.

Lo peor es que las cifras desocupación dadas a conocer surgieron de una actualización técnica hecha en las oficinas, porque las medidas de fuerza que mantuvieron paralizadas las encuestas de hogares impidieron recoger la información en la calle.

Los precios en las provincias tuvieron un comportamiento mucho más expansivo que el registrado por el Indec. La inflación de San Luis y Mendoza tiene desde junio pasado variaciones interanuales que duplican a la nacional.

En Tierra del Fuego, el índice de precios al consumidor de agosto se incrementó 5,6% en Río Grande y 4,8%, en Ushuaia. Son entre 9 y 10 veces más altos que el declarado por el Indec para mismo mes en Buenos Aires.

Según la información de la Dirección General de Estadística y Censos provincial, el costo de vida acumulado de 2007 en territorio fueguino triplica el índice de Capital Federal y el conurbano bonaerense,. La variación acumulada en lo que va de 2007 trepó a 14,6% en Ushuaia y a 15,5% en Río Grande.

En agosto, las alzas en las frutas y verduras -con tomate, cebolla, acelga y zapallo a la cabeza- llegaron a 25% en la provincia más austral. A su vez, el rubro alimentación y bebidas creció entre 8% y 9% en las dos localidades principales del distrito. Las carnes y el pescado se incrementaron 4,3% en Ushuaia y 3% en Río Grande.

Las direcciones de estadísticas de Mendoza y San Luis no prevén publicar sus informes de agosto hasta el inicio de la segunda quincena de setiembre. De todos modos, la expectativa es que estarán muy por encima de 0,6% del Indec.

En julio pasado, el gobierno mendocino manifestó un alza cuatro veces superior a la del Indec. En San Luis, la diferencia fue mayor, con un alza mensual de 2,6%.

Desempleo

La ciudad de Rosario y alrededores fue la zona que mostró el índice de desempleo más elevado de todo el país en el segundo trimestre del año, según los datos regionales difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos y publicada en “La Nación”.

La desocupación en ciudad santafecina, a orillas del Paraná, no sólo sigue siendo de dos dígitos -es del 11,2 %-, sino que subió casi un punto respecto del primer trimestre de este año, aunque registró una leve baja en relación con un año atrás, cuando había sido del 11,8 por ciento.

En líneas generales, el porcentaje de personas sin empleo -que para toda la población urbana fue estimado en el 8,5%- cayó con más fuerza en la Ciudad de Buenos Aires -donde el índice es del 6,4%, contra el 9% de un año atrás- y en el conurbano -cayó del 12,1 al 9,8%- que en las ciudades del interior de país.

En comparación con el primer trimestre de este año -un período en el que usualmente la tasa sube por factores estacionales-, hubo varias ciudades que tuvieron un aumento de la cantidad de gente sin empleo: eso ocurrió en el Gran Santa Fe, Mar del Plata, San Juan, Posadas, Jujuy, La Rioja, Río Gallegos, Rawson y Trelew.

El informe dado a conocer ayer no quedó al margen de la crisis que envuelve al organismo oficial de estadísticas: la difusión fue cuestionada por los técnicos que habitualmente elaboran los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que, según admitieron, no hicieron las estimaciones esta vez.

Datos zonales

Si se siguen los datos del informe oficial de ayer, un factor que explicó el alza del desempleo en el Gran Rosario fue la mayor cantidad de gente buscando un puesto, algo que no pudo ser compensando por la creación de empleos.

En el último año, la proporción de personas activas pasó del 45,9 al 46,5% de la población total, mientras que el porcentaje de personas ocupadas creció levemente, del 41,1 al 41,3 por ciento.

Según los datos por regiones geográficas, la de mayor desempleo resultó el noroeste, con el 9,5%, seguida por el Gran Buenos Aires (Capital Federal y conurbano), con el 8,9 por ciento. Igual índice se registró en promedio en las ciudades de la región pampeana, mientras que en la Patagonia la falta de trabajo afecta al 6,3% de la población, en el Nordeste, al 5,1%, y finalmente, en la zona cuyana, al 4,6 por ciento, siempre según el Indec.

La tasa de actividad más elevada sigue siendo la de la ciudad de Buenos Aires, donde el 55,5% de la población se declara activa -un año atrás el índice era del 54,7- y el 52% tiene un empleo, contra el 49,8% de un año atrás. En los partidos del conurbano bonaerense, el 48,9% de las personas trabaja o busca trabajo, contra el 47,6% de 2006, en tanto que el 42,2% tiene efectivamente una ocupación.

A Rosario le siguieron, con alta desocupación, la población del Gran Catamarca (11%), Mar del Plata (10,9%), Salta (10,5%) y Río Cuarto (10,4 por ciento).

En cambio, las estadísticas oficiales ubicaron los índices más bajos en las ciudades de San Luis (1,6%), donde tienen un peso importante los planes sociales; Río Gallegos (2,8%); Gran Mendoza (3,5%), y Formosa (3,6 por ciento).

Las causas que ubican a cada ciudad entre las de mayor o entre las de menor desempleo son, sin embargo, desiguales. En Mar del Plata, por ejemplo, donde el alza del desempleo respecto del verano parece ser un elemento estacional, los activos (personas que tienen trabajo o lo buscan) son el 48,3% -igual que un año atrás-, en tanto que la proporción de ocupados subió del 42,7 al 43 % de la población total.

Algo diferente ocurre en una ciudad como Formosa, donde el bajo desempleo convive con una también baja cantidad de empleos: sólo el 33,8% de la gente trabaja, y si la desocupación no es más alta es porque pocos buscan un puesto. Por lo tanto, y tal como ocurre en otras ciudades del Norte, hay bajo desempleo, pero también poca actividad y baja probabilidad de conseguir un puesto para quienes decidan buscarlo.

Los números que provienen de la encuesta de hogares reflejan también hechos puntuales que hacen mover las tasas de los indicadores laborales. En el centro urbano que integran las ciudades de San Nicolás y Villa Constitución, donde hay una amplia actividad de la industria metalúrgica, las paradas estacionales del verano se hacen notar. Así, el desempleo en esa zona volvió al nivel de 6,8% que había registrado en el cuarto trimestre de 2006, luego de que en el primero de este año el índice se había elevado a 10%.

Si los resultados generales de la encuesta del Indec, que se realiza en los 31 principales centros urbanos, se extrapolan a toda la población no rural del país, se estima que la cantidad de desocupados es de 1,36 millones, en tanto que otras 1,64 millones de personas están subocupadas, es decir que tienen empleo pero con una jornada semanal inferior a las 35 horas.

Según el Indec, la tasa de subocupación demandante (quienes buscan trabajo y, por lo tanto, presionan sobre el mercado laboral junto con los desempleados) es más alta en el conurbano bonaerense (8,7% de los activos), en el Gran Mendoza y el Gran Santa Fe (8,3%), en el Gran Córdoba (8,1%) y en el Gran La Plata (8 por ciento).

La crisis de los índices es terminal.
Los índices de precios que publica el Indec no coinciden con las mediciones provinciales de inflación ni menos con la percepción de todos los argentinos, como tampoco el de desocupación que suministró el ente oficial refleja la realidad del resto del país.

La crisis de confianza en los indicadores estatales altera el seguimiento de la distribución del ingreso, o sea el termómetro público del gobierno, tanto como los contratos que se ajustan siguiendo sus datos. El caso más sonado actualmente es el de los bonos en pesos, que ya perdieron 30 % de su valor en el mercado financiero debido al escándalo que rodea a su factor de indexación.

En la tasa de desempleo, los guarismos del Indec la ubicaron por debajo del 10 %, lo cual justificó el decreto presidencial de eliminación de la doble indemnización. Pero resulta que en el interior, la cifra fue mucho mayor y no hubiese servido de excusa para suprimir esa protección adicional a la estabilidad de los trabajadores, dictada en plena debacle del 2002.

Lo peor es que las cifras desocupación dadas a conocer surgieron de una actualización técnica hecha en las oficinas, porque las medidas de fuerza que mantuvieron paralizadas las encuestas de hogares impidieron recoger la información en la calle.

Los precios en las provincias tuvieron un comportamiento mucho más expansivo que el registrado por el Indec. La inflación de San Luis y Mendoza tiene desde junio pasado variaciones interanuales que duplican a la nacional.

En Tierra del Fuego, el índice de precios al consumidor de agosto se incrementó 5,6% en Río Grande y 4,8%, en Ushuaia. Son entre 9 y 10 veces más altos que el declarado por el Indec para mismo mes en Buenos Aires.

Según la información de la Dirección General de Estadística y Censos provincial, el costo de vida acumulado de 2007 en territorio fueguino triplica el índice de Capital Federal y el conurbano bonaerense,. La variación acumulada en lo que va de 2007 trepó a 14,6% en Ushuaia y a 15,5% en Río Grande.

En agosto, las alzas en las frutas y verduras -con tomate, cebolla, acelga y zapallo a la cabeza- llegaron a 25% en la provincia más austral. A su vez, el rubro alimentación y bebidas creció entre 8% y 9% en las dos localidades principales del distrito. Las carnes y el pescado se incrementaron 4,3% en Ushuaia y 3% en Río Grande.

Las direcciones de estadísticas de Mendoza y San Luis no prevén publicar sus informes de agosto hasta el inicio de la segunda quincena de setiembre. De todos modos, la expectativa es que estarán muy por encima de 0,6% del Indec.

En julio pasado, el gobierno mendocino manifestó un alza cuatro veces superior a la del Indec. En San Luis, la diferencia fue mayor, con un alza mensual de 2,6%.

Desempleo

La ciudad de Rosario y alrededores fue la zona que mostró el índice de desempleo más elevado de todo el país en el segundo trimestre del año, según los datos regionales difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos y publicada en “La Nación”.

La desocupación en ciudad santafecina, a orillas del Paraná, no sólo sigue siendo de dos dígitos -es del 11,2 %-, sino que subió casi un punto respecto del primer trimestre de este año, aunque registró una leve baja en relación con un año atrás, cuando había sido del 11,8 por ciento.

En líneas generales, el porcentaje de personas sin empleo -que para toda la población urbana fue estimado en el 8,5%- cayó con más fuerza en la Ciudad de Buenos Aires -donde el índice es del 6,4%, contra el 9% de un año atrás- y en el conurbano -cayó del 12,1 al 9,8%- que en las ciudades del interior de país.

En comparación con el primer trimestre de este año -un período en el que usualmente la tasa sube por factores estacionales-, hubo varias ciudades que tuvieron un aumento de la cantidad de gente sin empleo: eso ocurrió en el Gran Santa Fe, Mar del Plata, San Juan, Posadas, Jujuy, La Rioja, Río Gallegos, Rawson y Trelew.

El informe dado a conocer ayer no quedó al margen de la crisis que envuelve al organismo oficial de estadísticas: la difusión fue cuestionada por los técnicos que habitualmente elaboran los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que, según admitieron, no hicieron las estimaciones esta vez.

Datos zonales

Si se siguen los datos del informe oficial de ayer, un factor que explicó el alza del desempleo en el Gran Rosario fue la mayor cantidad de gente buscando un puesto, algo que no pudo ser compensando por la creación de empleos.

En el último año, la proporción de personas activas pasó del 45,9 al 46,5% de la población total, mientras que el porcentaje de personas ocupadas creció levemente, del 41,1 al 41,3 por ciento.

Según los datos por regiones geográficas, la de mayor desempleo resultó el noroeste, con el 9,5%, seguida por el Gran Buenos Aires (Capital Federal y conurbano), con el 8,9 por ciento. Igual índice se registró en promedio en las ciudades de la región pampeana, mientras que en la Patagonia la falta de trabajo afecta al 6,3% de la población, en el Nordeste, al 5,1%, y finalmente, en la zona cuyana, al 4,6 por ciento, siempre según el Indec.

La tasa de actividad más elevada sigue siendo la de la ciudad de Buenos Aires, donde el 55,5% de la población se declara activa -un año atrás el índice era del 54,7- y el 52% tiene un empleo, contra el 49,8% de un año atrás. En los partidos del conurbano bonaerense, el 48,9% de las personas trabaja o busca trabajo, contra el 47,6% de 2006, en tanto que el 42,2% tiene efectivamente una ocupación.

A Rosario le siguieron, con alta desocupación, la población del Gran Catamarca (11%), Mar del Plata (10,9%), Salta (10,5%) y Río Cuarto (10,4 por ciento).

En cambio, las estadísticas oficiales ubicaron los índices más bajos en las ciudades de San Luis (1,6%), donde tienen un peso importante los planes sociales; Río Gallegos (2,8%); Gran Mendoza (3,5%), y Formosa (3,6 por ciento).

Las causas que ubican a cada ciudad entre las de mayor o entre las de menor desempleo son, sin embargo, desiguales. En Mar del Plata, por ejemplo, donde el alza del desempleo respecto del verano parece ser un elemento estacional, los activos (personas que tienen trabajo o lo buscan) son el 48,3% -igual que un año atrás-, en tanto que la proporción de ocupados subió del 42,7 al 43 % de la población total.

Algo diferente ocurre en una ciudad como Formosa, donde el bajo desempleo convive con una también baja cantidad de empleos: sólo el 33,8% de la gente trabaja, y si la desocupación no es más alta es porque pocos buscan un puesto. Por lo tanto, y tal como ocurre en otras ciudades del Norte, hay bajo desempleo, pero también poca actividad y baja probabilidad de conseguir un puesto para quienes decidan buscarlo.

Los números que provienen de la encuesta de hogares reflejan también hechos puntuales que hacen mover las tasas de los indicadores laborales. En el centro urbano que integran las ciudades de San Nicolás y Villa Constitución, donde hay una amplia actividad de la industria metalúrgica, las paradas estacionales del verano se hacen notar. Así, el desempleo en esa zona volvió al nivel de 6,8% que había registrado en el cuarto trimestre de 2006, luego de que en el primero de este año el índice se había elevado a 10%.

Si los resultados generales de la encuesta del Indec, que se realiza en los 31 principales centros urbanos, se extrapolan a toda la población no rural del país, se estima que la cantidad de desocupados es de 1,36 millones, en tanto que otras 1,64 millones de personas están subocupadas, es decir que tienen empleo pero con una jornada semanal inferior a las 35 horas.

Según el Indec, la tasa de subocupación demandante (quienes buscan trabajo y, por lo tanto, presionan sobre el mercado laboral junto con los desempleados) es más alta en el conurbano bonaerense (8,7% de los activos), en el Gran Mendoza y el Gran Santa Fe (8,3%), en el Gran Córdoba (8,1%) y en el Gran La Plata (8 por ciento).

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