No obstante, se cumplen 25 años en donde Argentina no puede superar un piso de la pobreza del 30%, indicando que al menos 3 de cada 10 argentinos son pobres, como recuerda el informe del IERAL de la Fundación Mediterránea.
En cuanto a la brecha, para erradicar la indigencia, se debería transferir a cada hogar sumido en esta condición, una suma de $14.257 mensuales y para erradicar la pobreza, la suma es de $34.705. Mientras tanto, el análisis por rango etario admite dos reflexiones.
Por un lado, la pobreza infantil hace 7 semestres que afecta a más de la mitad de los niños menores a 14 años, en particular en la primera mitad de 2022 alcanzó a 5,7 millones de niños.
Por otro lado, en lo que respecta a los ancianos, en el último lustro la cantidad de pobres se duplicó y la cantidad de indigentes casi se cuadriplica. Hoy casi 700 mil abuelos son pobres, un dato de relevancia a la hora de analizar rol del sistema previsión en el resguardo de este flagelo.
A nivel regional, todas las regiones lograron una reducción de la tasa de pobreza e indigencia en relación al año pasado. Superan el umbral nacional de pobreza las regiones de Cuyo y Gran Buenos Aires con una incidencia del 37% de su población. Luego, entre las tasas más bajas, se encuentran Patagonia (31,4%) y NOA (36%).
En relación a la indigencia, Cuyo es la que menor tasa posee (4,2%), mientras que GBA presenta el indicador más alto (10,4%). Con respecto a la desigualdad del ingreso, el coeficiente de Gini del segundo trimestre 2022 mejoró interanualmente, pero el análisis de su evolución da cuenta de un comportamiento volátil.
De forma alternativa, la desigualdad puede estudiarse a través de las brechas de ingreso. En el segundo trimestre del año, el ingreso del decil 10 resultó 13 veces superior al del decil 1. Por otro lado, la desigualdad de ingresos entre varones y mujeres indica que hay una brecha promedio del 38%.
En tanto, la reducción de la pobreza y desigualdad dan cuenta de una recuperación de la economía durante la primera mitad del año, sin embargo, esta recuperación está siendo impulsada por un aumento del empleo informal. Por ejemplo, en el segundo trimestre 2022 la participación de los ingresos informales ha crecido en el total de ingresos asalariados.
Al mismo tiempo, más de 11 millones de personas se desempeñan laboralmente en relación de dependencia en el sector privado. No obstante, el 43% son asalariados informales, con gran discrepancia entre provincias. Se estima que en 2022 hay alrededor de 640 mil asalariados informales más que en 2017.