Graves enfrentamientos en Plaza de Mayo
Violenta represión. La policía corre a los manifestantes, embistiéndolos con los caballos, disparando balas de goma y golpeándolos con palos.
(NA). – La histórica Plaza de Mayo fue esta mañana (jueves 20) el epicentro del descontento social, cuando varios centenares de manifestantes volvieron para proseguir la protesta que habían iniciado espontáneamente en la víspera, y este mediodía se mantenían allí luego de haber sido previamente desalojados violentamente por la Policía, en choques durante los cuales hubo unas 30 detenciones.
La Plaza de Mayo fue completamente desalojada poco antes del mediodía, luego de que la Policía Montada y efectivos de la Guardia de Infantería corrieran a los manifestantes,
embistiéndolos con los caballos, disparando gran cantidad de balas de goma, y golpeándolos con palos.
La mayoría de los manifestantes corrieron primero hacia la Catedral metropolitana, y luego se agruparon en Diagonal Norte, donde permanecieron a la expectativa.
Luego de varias corridas por las cercanías, los manifestantes retornaron a la Plaza, en tanto la Policía permanecía detrás de un vallado.
Este retroceso policial se produjo luego de la llegada de la jueza federal María Servini de Cubría, a la que le tocó intervenir en este caso.
La magistrada dijo que había ido porque se había enterado que “había represión”, y porque era la jueza de turno.
Agregó que ignoraba quien dio la orden de reprimir, y que su presencia era “para garantizar” los derechos individuales.
“Vine a detener la represión”, dijo la jueza ante la prensa, en medio de las corridas y el caos generalizado.
Aplaudiendo, golpeando tapas de ollas y cantando “el pueblo no se va” y “chupete ya se va”, cientos de personas se congregaron nuevamente en la Plaza, recuperando las posiciones que habían perdido luego de la represión motorizada por la Policía.
El diputado Luis Zamora, que llegó hasta el lugar, dijo que “lo único que le falta a un Gobierno que tiene el 3 por ciento de popularidad es intentar gobernar con represión”.
Al igual que ayer a última hora, grupos de personas sin ninguna identificación partidaria regresaron hoy a primera hora a la Plaza de Mayo, entonando cánticos contra el Gobierno y la política económica, y cantando el himno nacional y ondeando banderas argentinas.
La llegada de nuevos grupos de manifestantes desde las primeras horas de la mañana hizo que alrededor de doscientas personas se concentraran nuevamente frente a la Casa Rosada, a pesar del estado de sitio que rige desde la víspera para prohibir concentraciones de cualquier tipo.
Esa cantidad fue subiendo con el correr de las horas, hasta que finalmente se desató la represión.
Los nuevos manifestantes se sumaron a un grupo de unas 50 personas que había permanecido durante toda la madrugada en la histórica plaza, donde poco antes de la 1:00 se habían producido serios enfrentamientos.
La Casa de Gobierno amaneció rodeada de efectivos de la Policía Federal, que formaron un cordón sin actuar contra los manifestantes, que golpeaban cacerolas y tachos de basura que
habían arrancado de sus lugares, alrededor de la plaza.
Hasta el lugar también llegaron la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y el titular del Centro de Estudios Legales y Sociales, Horacio Verbitsky.
Los dirigentes tenían pautada una entrevista con Ramón Mestre, quien presentó su renuncia al Ministerio del Interior, como todo el Gabinete nacional.
Carlotto afirmó en declaraciones periodísticas que iban a “hacer responsable a Mestre de cada gota de sangre que se derrame en el país”, al tiempo que cuestionó que se haya dictado el sitio.
El comisario Daniel Fernández, a cargo del operativo de seguridad en el lugar, dijo que sus instrucciones eran “tratar de que esto no llegue a un desborde, tratar de controlar” la seguridad en la zona.
Hasta pasadas las 9:00, ningún funcionario había llegado hasta la Casa de Gobierno, en tanto que todos los ingresos a la sede gubernamental permanecían cerrados, salvo la puerta de Paseo Colón 5.
Al mediodía, llegó el presidente Fernando de la Rúa, quien ingresó por una puerta lateral, al igual que otros miembros del Gobierno, como Chrystian Colombo y Jorge de la Rúa.
En principio, la policía se limitó a formar un cordón en el borde de la plaza que está enfrente de la Casa de Gobierno, pero a media mañana obligó a los manifestantes a retroceder hasta la Pirámide, en el medio de la plaza.
Posteriormente, la policía los instó a que se situarán detrás de la Pirámide de Mayo, lo cual en principio fue acatado pacíficamente, pero luego se produjo un forcejeo y un hombre fue
detenido, arrastrado por la Policía y subido a un camión celular.
Poco después, la Policía Federal detuvo violentamente a otras dos personas, una de ellas una mujer, a las que arrastró por el piso.
Casi de inmediato, se registraron otras tres detenciones, y el comisario Daniel Fernández, a cargo del operativo, indicó en declaraciones periodísticas que las detenciones se producían “por no acatar la orden policial de retroceder”.
“Agotamos todas las instancias. No acatan la orden a pesar de que estamos hablando hace dos horas y media”, dijo el policía.
Casi a continuación fueron detenidos un joven vestido con una remera verde, que fue arrastrado por el piso y llevado hasta el interior de un camión celular, y un hombre que gritaba.
En tanto, los automovilistas que pasaban esta mañana por las calles que rodean a la Plaza de Mayo hacían sonar las bocinas de sus vehículos.
La situación se agravó luego de que a partir de las 11:00 la policía concediera un plazo de 15 minutos a los manifestantes para retirarse del lugar, invocando el estado de sitio.
La orden no fue acatado, y la policía empezó a reprimir con gran cantidad de efectivos, deteniendo asimismo a más de 20 personas, que se sumaron a las 8 aprehendidas en los primeros forcejeos de la mañana.
Por otra parte, un periodista de un medio platense fue herido durante los enfrentamientos. El joven, que se identificó Diego Ruiz Díaz sufrió una herida sangrante en el cuello, y fue asistido por personal policial.
(NA). – La histórica Plaza de Mayo fue esta mañana (jueves 20) el epicentro del descontento social, cuando varios centenares de manifestantes volvieron para proseguir la protesta que habían iniciado espontáneamente en la víspera, y este mediodía se mantenían allí luego de haber sido previamente desalojados violentamente por la Policía, en choques durante los cuales hubo unas 30 detenciones.
La Plaza de Mayo fue completamente desalojada poco antes del mediodía, luego de que la Policía Montada y efectivos de la Guardia de Infantería corrieran a los manifestantes,
embistiéndolos con los caballos, disparando gran cantidad de balas de goma, y golpeándolos con palos.
La mayoría de los manifestantes corrieron primero hacia la Catedral metropolitana, y luego se agruparon en Diagonal Norte, donde permanecieron a la expectativa.
Luego de varias corridas por las cercanías, los manifestantes retornaron a la Plaza, en tanto la Policía permanecía detrás de un vallado.
Este retroceso policial se produjo luego de la llegada de la jueza federal María Servini de Cubría, a la que le tocó intervenir en este caso.
La magistrada dijo que había ido porque se había enterado que “había represión”, y porque era la jueza de turno.
Agregó que ignoraba quien dio la orden de reprimir, y que su presencia era “para garantizar” los derechos individuales.
“Vine a detener la represión”, dijo la jueza ante la prensa, en medio de las corridas y el caos generalizado.
Aplaudiendo, golpeando tapas de ollas y cantando “el pueblo no se va” y “chupete ya se va”, cientos de personas se congregaron nuevamente en la Plaza, recuperando las posiciones que habían perdido luego de la represión motorizada por la Policía.
El diputado Luis Zamora, que llegó hasta el lugar, dijo que “lo único que le falta a un Gobierno que tiene el 3 por ciento de popularidad es intentar gobernar con represión”.
Al igual que ayer a última hora, grupos de personas sin ninguna identificación partidaria regresaron hoy a primera hora a la Plaza de Mayo, entonando cánticos contra el Gobierno y la política económica, y cantando el himno nacional y ondeando banderas argentinas.
La llegada de nuevos grupos de manifestantes desde las primeras horas de la mañana hizo que alrededor de doscientas personas se concentraran nuevamente frente a la Casa Rosada, a pesar del estado de sitio que rige desde la víspera para prohibir concentraciones de cualquier tipo.
Esa cantidad fue subiendo con el correr de las horas, hasta que finalmente se desató la represión.
Los nuevos manifestantes se sumaron a un grupo de unas 50 personas que había permanecido durante toda la madrugada en la histórica plaza, donde poco antes de la 1:00 se habían producido serios enfrentamientos.
La Casa de Gobierno amaneció rodeada de efectivos de la Policía Federal, que formaron un cordón sin actuar contra los manifestantes, que golpeaban cacerolas y tachos de basura que
habían arrancado de sus lugares, alrededor de la plaza.
Hasta el lugar también llegaron la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y el titular del Centro de Estudios Legales y Sociales, Horacio Verbitsky.
Los dirigentes tenían pautada una entrevista con Ramón Mestre, quien presentó su renuncia al Ministerio del Interior, como todo el Gabinete nacional.
Carlotto afirmó en declaraciones periodísticas que iban a “hacer responsable a Mestre de cada gota de sangre que se derrame en el país”, al tiempo que cuestionó que se haya dictado el sitio.
El comisario Daniel Fernández, a cargo del operativo de seguridad en el lugar, dijo que sus instrucciones eran “tratar de que esto no llegue a un desborde, tratar de controlar” la seguridad en la zona.
Hasta pasadas las 9:00, ningún funcionario había llegado hasta la Casa de Gobierno, en tanto que todos los ingresos a la sede gubernamental permanecían cerrados, salvo la puerta de Paseo Colón 5.
Al mediodía, llegó el presidente Fernando de la Rúa, quien ingresó por una puerta lateral, al igual que otros miembros del Gobierno, como Chrystian Colombo y Jorge de la Rúa.
En principio, la policía se limitó a formar un cordón en el borde de la plaza que está enfrente de la Casa de Gobierno, pero a media mañana obligó a los manifestantes a retroceder hasta la Pirámide, en el medio de la plaza.
Posteriormente, la policía los instó a que se situarán detrás de la Pirámide de Mayo, lo cual en principio fue acatado pacíficamente, pero luego se produjo un forcejeo y un hombre fue
detenido, arrastrado por la Policía y subido a un camión celular.
Poco después, la Policía Federal detuvo violentamente a otras dos personas, una de ellas una mujer, a las que arrastró por el piso.
Casi de inmediato, se registraron otras tres detenciones, y el comisario Daniel Fernández, a cargo del operativo, indicó en declaraciones periodísticas que las detenciones se producían “por no acatar la orden policial de retroceder”.
“Agotamos todas las instancias. No acatan la orden a pesar de que estamos hablando hace dos horas y media”, dijo el policía.
Casi a continuación fueron detenidos un joven vestido con una remera verde, que fue arrastrado por el piso y llevado hasta el interior de un camión celular, y un hombre que gritaba.
En tanto, los automovilistas que pasaban esta mañana por las calles que rodean a la Plaza de Mayo hacían sonar las bocinas de sus vehículos.
La situación se agravó luego de que a partir de las 11:00 la policía concediera un plazo de 15 minutos a los manifestantes para retirarse del lugar, invocando el estado de sitio.
La orden no fue acatado, y la policía empezó a reprimir con gran cantidad de efectivos, deteniendo asimismo a más de 20 personas, que se sumaron a las 8 aprehendidas en los primeros forcejeos de la mañana.
Por otra parte, un periodista de un medio platense fue herido durante los enfrentamientos. El joven, que se identificó Diego Ruiz Díaz sufrió una herida sangrante en el cuello, y fue asistido por personal policial.
