Ghadafi se acerca a la UE, no a la Liga Ãrabe
Emisarios del coronel salieron en aviones privados, lo que hizo sospechar una huida, inexplicable si se observa el avance de su sangrienta ofensiva sobre los rebeldes. ¿Portugal, Grecia e Italia, objetivos débiles por sus deudas con Libia?
10 marzo, 2011
<p>No obstante, Roma se declaró lista para llevar a cabo cualquier decisión de la OTAN. Justamente mientras, en Egipto, estallaba la violencia entre cristianos coptos y fanáticos musulmanes en plaza Tahrir, escena –un día antes- de ataques de esos mismos grupos contra una manifestación feminista.<br />
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En cuanto a la Liga Árabe, hay entre ella y Muammar Ghadafi una larga historia de humillaciones, traiciones e insultos. Iniciada en 1979, cuando Trípoli denunció los acuerdos de Camp David entre Estados Unidos (James Earl Carter), Israel (Menajem Begin) y Egipto (Anwar al-Sadat).<br />
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Respondiendo probablemente a la “parte moderada” del clan, el raís –luego de otro incendiario discurso, el miércoles-, aprovechó que el paraguas aéreo aun no ha sido desplegado sobre las costas occidental y central. Concretamente, envió tres Falcon 900 de Libyan Airlines y tres aeronaves privadas.<br />
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En este caso, los destinos fueron Lisboa, El Cairo, Malta y Bruselas. Pero, en la escala belga, autoridades de la Unión Europea aclararon que no recibirán a los legados del coronel. Similar rechazo se aguardaba en la capital egipcia, sede de la Liga Árabe. Sea como fuere, las gestiones de esos emisarios imponen una vigilia hasta el viernes.<br />
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En el avión que alcanzó El Cairo viajaba un personaje para nada ocasional. Era nadie menos que el general Abdul Rahmán bin Alí as-Sa’id az-Zawí, uno de los hombres más fieles a Ghadafi. Lo esperaba en la pista Huséin Tantawí, jefe del consejo nacional de transición, cuya acciones vienen siendo cuestionadas en las calles por muchedumbres en la capital, Alejandría, etc., desde el martes. Sea como fuere, el planteo de az-Zawí era casi imposible de cumplir: nada menos que cerrar la larga frontera oriental libioegipcia.<br />
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El fin de semana entrante puede ser definitorio en ciertos aspectos del conflicto, en particular su eventual internacionalización vía zona de exclusión áerea. Por supuesto, ello comportará destruir la aviación de Ghadafi. Más allá, la carta de la ONU permite incursiones militares conjuntas como último recurso. Así sucedió en la primera guerra del golfo (fue un éxito) u ocurre hoy en Afganistán (un fracaso). <br />
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Pero hay un factor presente en Irak (1990/1) y no en Libia: la amenaza a países vecinos. Esto es, Túnez, Argelia, Níger, Chad, Egipto o Sudán. Por otra parte, el consejo de seguridad podría tropezar con vetos de China y Rusia. Parecidos obstáculos arriesga el envío de cascos azules, presentes ya en Chipre, Líbano meridional y Golán. Sin incluir un antecedente tan negativo como la guerra étnica en la ex Yugoslavia.<br />
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