Fusiles y bastones: el ejército asaltó Tahrir
Son ya doce los muertos de una represión negada por los militares egipcios. Nos aterra ver soldados atacar civiles señalaban voceros de Alianza Democrática. O sea, la Hermandad Musulmana. Una víctima fue Emad Effat, asesor del muftí Alí Gomá.
<p>El líder sunní ha convocado a los fieles a un funeral cívico por Effat, mientras la situación quedaba fuera de control en pleno tercer turno electoral. Su objeto consiste en completar la formación de la cámara baja. Pero, ahora, el vehículo político de la Hermandad, el partido Libertad y Justicia, está en pie de guerra vis-à-vis el ejército.</p>
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<p>En cuanto a los salafíes (partido Al-Nur, ortodoxo), han optado por un compás de espera. En las vueltas primera y segunda, sorpresivamente, Libertad y Justicia quedó al frente con 40% del voto, con un segundo lugar (18%) para los salafíes.<br />
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Puesta bajo presión, la junta que maneja el general Mohammed Huséin Tantawí hoy intenta revertir sus instrucciones del 14, que desencadenaron el baño de sangre. La imprudencia militar puso en la vereda de enfrente a laicos liberales, a la Hermandad Musulmana y salafíes. Nadie quiere involucrarse con mandos castrenses tan vesánicos como corruptos. A la sazón, varios miembros de la junta mantienen contactos con el entorno del ex presidente vitalicio Hosní Mubarak.<br />
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Kemal Ganzurí, primer ministro del régimen, prometió indemnizar a familiares de muertos y heridos. Este compromiso sonaba a hueco, tanto como su “desolación” ante los excesos militares.</p>
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