Fuerzas persas apresaron 15 británicos en el límite Irán-Irak

Esto crea una crisis diplomática Londres-Tehrán, pero no afectó mercados bursátiles. Los hechos coinciden con presiones contra el programa nuclear y una amenaza de Bush: vetar el cronograma de evacuación aprobado por los representantes.

23 marzo, 2007

Según fuentes británicas, dos lanchones cargados de soldados y marineros, provenientes de la fragata “Cornwall” acababan de revisar un buque mercante que operaba para Naciones Unidas. En un momento dado, dos cañoneras iraníes los rodearon y capturaron.

“Esto nos afecta en extremo”, señaló Margaret Beckett, secretaria de relaciones exteriores. El gobierno de Antony Blair convocó de inmediato al embajador persa y radicó formal protesta ante Tehrán. Gran Bretaña fue apoyada por Estados Unidos, la Unión Europea y Saudiarabia.

“Hemos exigido explicaciones completas de lo ocurrido. Esperamos la pronta restitución nuestros efectivos, sanos y salvos”, indicó Beckett a los medios. Washington, Bruselas y Riyadh se manifestaron en similares términos. Rusia, Turquía y Pakistán ofrecieron sus buenos oficios para mediar.

El incidente elevó hasta US$ 64 el barril de crudos en Nueva York y hasta cerca de US$ 56,50 en Londres. A pesar de eso, los principales índices bursátiles no sintieron la crisis como lo hizo del petróleo.

El episodio parece una error persa, originado en una semana de “juegos de guerra” sobre las costas, inclusive la cabecera del golfo, o sea el acceso a los grandes yacimientos de Irán, Irak y Kuweit. Por otra parte, las fronteras de los tres países comparten una región pantanosa cuyos cursos de agua suelen variar.

Según fuentes británicas, dos lanchones cargados de soldados y marineros, provenientes de la fragata “Cornwall” acababan de revisar un buque mercante que operaba para Naciones Unidas. En un momento dado, dos cañoneras iraníes los rodearon y capturaron.

“Esto nos afecta en extremo”, señaló Margaret Beckett, secretaria de relaciones exteriores. El gobierno de Antony Blair convocó de inmediato al embajador persa y radicó formal protesta ante Tehrán. Gran Bretaña fue apoyada por Estados Unidos, la Unión Europea y Saudiarabia.

“Hemos exigido explicaciones completas de lo ocurrido. Esperamos la pronta restitución nuestros efectivos, sanos y salvos”, indicó Beckett a los medios. Washington, Bruselas y Riyadh se manifestaron en similares términos. Rusia, Turquía y Pakistán ofrecieron sus buenos oficios para mediar.

El incidente elevó hasta US$ 64 el barril de crudos en Nueva York y hasta cerca de US$ 56,50 en Londres. A pesar de eso, los principales índices bursátiles no sintieron la crisis como lo hizo del petróleo.

El episodio parece una error persa, originado en una semana de “juegos de guerra” sobre las costas, inclusive la cabecera del golfo, o sea el acceso a los grandes yacimientos de Irán, Irak y Kuweit. Por otra parte, las fronteras de los tres países comparten una región pantanosa cuyos cursos de agua suelen variar.

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