jueves, 16 de enero de 2025

FMI: sigilosamente, China se acerca al sanctum sanctorum

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En puntas de pies, Zhu Min –vicepresidente del banco central de su país- ingresa al Fondo Monetario Internacional. Desde el lunes, será consultor de Dominique Strauss-Kahn, el mismo que acaba de declarar saludable replantear el dólar como moneda de reserva.

<p>No es casual que el director gerente de la entidad, tras anunciar la incorporaci&oacute;n de Zhu, repitiese lo propuesto por Beijing hace casi un a&ntilde;o. Vale decir, reemplazar el d&oacute;lar por una canasta de divisas &ndash;incluyendo el euro y el yen- como forma de &ldquo;estabilizar el valor de los derechos especiales de giro&rdquo;. &iquest;Qui&eacute;n hablaba as&iacute;? Pues Zhu.<br />
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La carrera del funcionario t&eacute;cnico ha sido mete&oacute;rica para los c&aacute;nones orientales. Hace poco m&aacute;s de seis meses era asistente ejecutivo en la presidencia del Banco Popular (central) y, en octubre, ascendi&oacute; a vicepresidente. Al borde de los sesenta, tiene t&iacute;tulos de grado en Princeton y Johns Hopkins, un reducto conservador. Durante los a&ntilde;os 90, trabaj&oacute; en el Banco Mundial.<br />
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Este nombramiento, sin duda, implica reconocer el papel internacional de China, no s&oacute;lo como la mayor econom&iacute;a emergente. La presencia de Zhu cerca de Strauss-Kahn refleja el modus operandi del drag&oacute;n: contar sin hacerse notorio, influir sin arriesgar.<br />
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Pero hay un detalle pol&iacute;tico: esta designaci&oacute;n subraya la incomodidad del presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao con una idea de Barack Obama: un &ldquo;grupo de 2&rdquo; como &aacute;rbitro del globo. Zhu acudi&oacute; al p&aacute;lido foro de Davos precisamente para transmitir ese temperamento.<br />
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Tambi&eacute;n este fin de semana, Wen &ndash;tras felicitar a Zhu, que no deja el banco central- defini&oacute; a 2010 como &ldquo;el a&ntilde;o m&aacute;s complicado para la econom&iacute;a mundial&rdquo;. Ante el parlamento chino, sostuvo que &ldquo;la estabilidad social no est&aacute; asegurada. La amenazan la corrupci&oacute;n y los precios abusivos&rdquo;. Pero, del g-2 ni una palabra.</p>
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