jueves, 24 de abril de 2025

FMI: pesimista sobre EE.UU., la Eurozona y el PB mundial

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El Fondo Monetario Internacional reducirá proyecciones de crecimiento mundial para el año en curso. También formulará advertencias a Estados Unidos. Así lo revela la agencia británica Reuters.

La clave del informe global a difundirse en algunas semanas es su escepticismo sobre la reactivación económica norteamericana, que Wall Street da por hecha. Por de pronto, los técnicos del FMI reducirán de 3,2 a 3,1% el horizonte de expansión para el producto bruto mundial, de 1,1 a 0,7% el de la Eurozona (los doce adherentes a la moneda común) para este año y de 2,3 a 1,9% para igual área en 2004.

En el caso de la principal economía del planeta, el próximo World Economic Outlook (Perspectivas Económicas Mundiales) señala que el ritmo de crecimiento no pasará de 2,2% anual (PBI). Esto contrasta con presunciones de varias fuentes, entre ellas el Sistema de Reserva Federal y la Casa blanca, que rondan 3%.

El estudio del Fondo se someterá a la asamblea anual conjunta con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF o Banco Mundial), Dubái, fin de septiembre. Los expertos admiten que EE.UU. es la única economía eventualmente capaz de liderar un repunte en el “primer mundo”. Pero, sin tomar en cuenta recientes indicadores que sugieren mayor confianza de las empresas en Alemania y el Benelux, descartan una reactivación europea apoyada en el consumo.

El informe espera cierta recuperación el próximo trimestre en EE.UU. y 3,6% de aumento en el PBI de 2004. Relativamente, la prognosis de Japón es mejor –e inversa a la europea-, pues sube de 0,8 a 1,1% este año.

A pesar de esos datos, el FMI teme serios riesgos. El principal deriva de la incapacidad norteamericana para frenar sus déficit fiscal (US$ 455.000 millones ahora, cerca de 500.000 millones en el ejercicio siguiente), de pagos corrientes (unos US$ 5,5 billones) y de bienestar social (unos U$S 3,3 billones).

El Fondo ve con alarma que el rojo fiscal esté ya en 6,1% del PBI. Al respecto, cabe notar que las normas de Maastricht imponen en la Eurozona un techo de 2% del PBI y que el ente multilateral insiste en que los déficit de Brasil o Argentina no superen 3 a 4% de cada PBI.

Otros riesgos incluyen la recidiva de burbujas bursátiles en Wall Street, Londres o Fráncfort. Es decir, la entidad no cree que las mercados especulativos entren en la senda de la recuperación hasta bien entrado 2004. También cauciona respecto de burbujas inmobiliarias en EE.UU. o España y pronostica deflación en la plaza alemana. Resulta sugestivo que el FMI recomiende al Banco Central Europeo no frustrar la reactivación real con medidas y objetivos monetariamente muy ortodoxos.

La clave del informe global a difundirse en algunas semanas es su escepticismo sobre la reactivación económica norteamericana, que Wall Street da por hecha. Por de pronto, los técnicos del FMI reducirán de 3,2 a 3,1% el horizonte de expansión para el producto bruto mundial, de 1,1 a 0,7% el de la Eurozona (los doce adherentes a la moneda común) para este año y de 2,3 a 1,9% para igual área en 2004.

En el caso de la principal economía del planeta, el próximo World Economic Outlook (Perspectivas Económicas Mundiales) señala que el ritmo de crecimiento no pasará de 2,2% anual (PBI). Esto contrasta con presunciones de varias fuentes, entre ellas el Sistema de Reserva Federal y la Casa blanca, que rondan 3%.

El estudio del Fondo se someterá a la asamblea anual conjunta con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF o Banco Mundial), Dubái, fin de septiembre. Los expertos admiten que EE.UU. es la única economía eventualmente capaz de liderar un repunte en el “primer mundo”. Pero, sin tomar en cuenta recientes indicadores que sugieren mayor confianza de las empresas en Alemania y el Benelux, descartan una reactivación europea apoyada en el consumo.

El informe espera cierta recuperación el próximo trimestre en EE.UU. y 3,6% de aumento en el PBI de 2004. Relativamente, la prognosis de Japón es mejor –e inversa a la europea-, pues sube de 0,8 a 1,1% este año.

A pesar de esos datos, el FMI teme serios riesgos. El principal deriva de la incapacidad norteamericana para frenar sus déficit fiscal (US$ 455.000 millones ahora, cerca de 500.000 millones en el ejercicio siguiente), de pagos corrientes (unos US$ 5,5 billones) y de bienestar social (unos U$S 3,3 billones).

El Fondo ve con alarma que el rojo fiscal esté ya en 6,1% del PBI. Al respecto, cabe notar que las normas de Maastricht imponen en la Eurozona un techo de 2% del PBI y que el ente multilateral insiste en que los déficit de Brasil o Argentina no superen 3 a 4% de cada PBI.

Otros riesgos incluyen la recidiva de burbujas bursátiles en Wall Street, Londres o Fráncfort. Es decir, la entidad no cree que las mercados especulativos entren en la senda de la recuperación hasta bien entrado 2004. También cauciona respecto de burbujas inmobiliarias en EE.UU. o España y pronostica deflación en la plaza alemana. Resulta sugestivo que el FMI recomiende al Banco Central Europeo no frustrar la reactivación real con medidas y objetivos monetariamente muy ortodoxos.

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