Ghadafi convoca a las tribus a quemar el país
En otra vuelta de tuerca, el coronel pide una guerra total y una campaña de tierra arrasada, a dos días de intentar una negociación. Ahora, su arma serán los beduinos de habla árabe que ocupan el centro y el sudoeste hasta los límites de Libia.
2 septiembre, 2011
<p>En rigor, no existen confines claros entre efectivos del nuevo gobierno y fieles a Muammar Ghadafi. La mayoría de puestos fronterizos y del interior están vacíos. Buena parte del país profundo es tierra de nadie y tampoco la geografía de las grandes tribus muestra límites estables.<br />
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Por ejemplo, Warfalla –la mayor tribu- se volvió ya en febrero mayoritariamente contra Trípoli, entonces en manos de los Ghadafi. Se trata de un sexto de la población libia. Por otro lado, las tribus adictas al caudillo (Tarhuna, Bani Walid, Ghaddafa) son más pequeñas, pero están cerca de la costa central.<br />
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Quizás el ra’is tenga algo de razón: la desordenada marquetería tribal puede servir para una guerra de guerrillas sin término fijo. Por otra parte, el ex gobierno de la “bandera verde” no ha conseguido retener centros poblados claves. Empezando por las ciudades más grandes (Trípoli, Bengasi, Misurata, Zawiya) y los puertos petroleros.<br />
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No obstante, los desiertos de Libia y Fezzán son el escenario perfecto para choques tribales y sabotaje de los poliductos que surcan el país. En otra dimensión, las redes tribales árabe y bereber no tienen en cuenta el mapa. <br />
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Vale decir, sus oasis y campamentos cubre amplias fajas extralimítrofes de Túnez, Argelia, Níger, Egipto, Chad, y Sudán. En los dos últimos vecinos, con un agravante: la proximidad de Darfur, un territorio multiétnico en perpetua guerra civil.</p>
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