<p>Como en materia de efecto invernadero, la declaración final emitida por la Organización de Naciones Unidas para Agricultura y Alimentos (FAO en inglés) fue un fracaso. Tanto como la propia cumbre, plagada de ausencias. Todavía, empero, se predica que los mil millones de personas con hambre en el mundo –se supone- se reducirán a la mitad hacia 2015, pero…<br />
<br />
El problema es que, mientras capotaba el encuentro, la declaración final no dice palabra sobre los US$ 44.000 millones asignados a la campaña contra el flagelo. La “seguridad alimentaria”, entonces, se queda sin caja. Salvo que los técnicos estables de la FAO donen sus altos sueldos: cada uno podrías alimentar una familia africana por años.<br />
<br />
Aquella suma había sido pedida por Abdú Diuf, un senegalés que vive espléndidamente en Roma y París, no en Dakar. No sin razón, empero, el alto funcionario apuntaba, ante el Papa, que “esa suma no es nada comparada con los US$ 1,34 billones anuales gastados en armamentos”.<br />
<br />
En síntesis, no habrá asistencia económica para combatir el hambre. Excepto los magros US$ 20.000 millones aprobados por el grupo de los 8 en Italia, hace algunas semanas. En cuanto a las metas incluidas en la declaración, se limitan a repetir las de hace nueve años. Con una diferencia: la erradicación del mal originalmente prevista (en 2000) para 2025, ya no se menciona. <br />
<br />
Frente a eso, el texto de la cumbre es un tributo a la hipocresía tecnocrática. Consta de cinco puntos: (1) sostener inversiones en desarrollo rural, (2) desarrollar estrategias nacionales, regionales y globales; (3) coordinar planes de corto y largo plazo, (4) actuar en forma multilateral y (5) garantizar compromisos de inversión. Sólo que la plata no aparece en ningún lado.</p>
<p><br />
</p>
FAO: mágica desaparición de US$ 44.000 millones
En tren de lavar borradores, la cumbre de los alimentos no tiene que envidiarle a la del clima. Sin parar mientes en el pontífice romano, se canceló toda referencia a un fondo de US$ 44.000 millones para ayudar en la lucha contra el hambre.