Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, estima que los productores agropecuarios esperan el aumento de tipo de cambio, como así también el mantenimiento en derechos de exportación y una menor intervención en el comercio.
“De todas formas, las expectativas son positivas. Y, si a eso sumamos las buenas lluvias, se espera un buen ciclo”, afirma.
El mercado internacional, por otro lado, está enfocado en la soja de Brasil. “Estados Unidos no logró aumentar las reservas, aunque las mantuvo similares al año pasado. El problema es que la siembra y el estado de los cultivos están en jaque por falta de lluvias”, indica Romano y aclara: “Las proyecciones de tanto USDA como CONAB se mantienen por encima de la producción del año pasado, y los privados en niveles similares. Esto generaría precios más bajos que el año pasado. De todas formas, el final está abierto. Depende de las precipitaciones en diciembre”.
Un dato que llama la atención del especialista de la Universidad Austral es que no se habla de maíz: “donde Estados Unidos aumentó stocks, pero es crucial lo que haga Brasil que es el gran exportador. La siembra tardía de soja y el bajo margen del maíz, podrían llevar a una reducción significativa de producción”.
“De arranque CONAB y analistas privados hablan de una producción 10 millones de toneladas menor a la del USDA, pero el cuadro podría ser peor. Esto es muy importante para el maíz tardío de Argentina y está cambiando a una visión alcista”, añade el profesor de la sede Rosario de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral.
Sobre trigo, la novedad es que China le compró activamente a Estados Unidos.
Para Romano, el panorama internacional puede generar buenas chances para nuestro país, por lo que considera que es importante no apurarse. “Y en trigo con poco saldo exportable, y la expectativa de menor intervención en el mercado, vale la pena demorar la comercialización para ver el efecto MERCOSUR. En maíz, el temprano seguirá demandado por consumos y el tardío podría tener otro panorama si hay una falla en Brasil. Allí cambiamos el view y ahora recomendamos esperar”, recomienda Romano.
Sobre el futuro, CIARA estima que el año próximo ingresarían a Argentina divisas por US$ 30.700 millones, un 54% más que el ciclo que termina.
“A la vez, se espera que en el transcurso de la semana tengamos mayores definiciones sobre el programa económico del nuevo presidente. El mercado de granos espera con ansias esto, y las expectativas que se generaron son un aumento del tipo de cambio a la zona de 650 $/tt en un principio -una brecha cambiaria achicándose, aunque sin unificación- la eliminación de regulaciones e interferencias en el mercado de granos, y el final de programa de incentivos exportadores”, detalla Romano.
Por el lado negativo, el investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos sostiene que habrá que esperar al menos un año más para ver ajustes en derechos de exportación, por el desafío de lograr un déficit fiscal cero en 2024.