sábado, 21 de diciembre de 2024

Evalúan el impuesto a cuentas corrientes

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Economistas coinciden en que resuelve problemas fiscales pero posterga inversiones. Según Cuello, es como aumentar el IVA en cinco puntos.

(DYN). – La puesta en marcha del impuesto sobre los créditos y los débitos en cuenta corriente produjo hoy (martes 3) diferentes reacciones entre economistas de distintas vertientes, quienes evaluaron los beneficios y los riesgos de gravar con 0,25% estos movimientos financieros.

Si bien los expertos afirmaron que el nuevo impuesto que rige desde hoy representa una fuente ágil de recaudación y más difícil de evadir, también reconocieron que se producirá un efecto retroactivo en la economía real que podría durar hasta el inicio del segundo semestre.

En este sentido, el economista Raúl Cuello sostuvo que el impuesto “es similar a un aumento de cinco puntos del IVA”, y afirmó que con esta decisión el ministro de Economía, Domingo Cavallo “hace un ajuste que es el doble del que prometía su antecesor, Ricardo López Murphy”.

“Estamos en presencia del impuestazo más fuerte que se ha aplicado”, remarcó Cuello, quien indicó que “significará un menor poder de compra para el sector privado por US$ 4.000 millones “.

El experto señaló a radio Mitre que “el impuesto que se comienza a cobrar hoy representa cinco puntos del IVA. Es como si el IVA se hubiera aumentando cinco puntos”, subrayó.

El nuevo impuesto grava con 0,25% a los créditos y débitos en cuenta corriente, pero no alcanza al pago de sueldos y jubilaciones.

Con esta herramienta, Cavallo espera obtener la recaudación necesaria para cumplir con la meta fiscal del año, que establece un déficit de US$ 6.500 millones.

La reglamentación de la norma exceptuó del gravamen a las operaciones a los empleados en relación de dependencia, jubilados o pensionados, correspondientes al manejo de sus remuneraciones, hasta el monto mensual acreditado por la compañía en concepto de sueldo.

Por otra parte, el impuesto no afectará a los pagos por débitos automáticos que se realicen sobre cuentas corrientes de tasas, contribuciones, servicios públicos, medicina prepaga, TV por cable, establecimientos educacionales y tarjetas de crédito, entre otras.

(DYN). – La puesta en marcha del impuesto sobre los créditos y los débitos en cuenta corriente produjo hoy (martes 3) diferentes reacciones entre economistas de distintas vertientes, quienes evaluaron los beneficios y los riesgos de gravar con 0,25% estos movimientos financieros.

Si bien los expertos afirmaron que el nuevo impuesto que rige desde hoy representa una fuente ágil de recaudación y más difícil de evadir, también reconocieron que se producirá un efecto retroactivo en la economía real que podría durar hasta el inicio del segundo semestre.

En este sentido, el economista Raúl Cuello sostuvo que el impuesto “es similar a un aumento de cinco puntos del IVA”, y afirmó que con esta decisión el ministro de Economía, Domingo Cavallo “hace un ajuste que es el doble del que prometía su antecesor, Ricardo López Murphy”.

“Estamos en presencia del impuestazo más fuerte que se ha aplicado”, remarcó Cuello, quien indicó que “significará un menor poder de compra para el sector privado por US$ 4.000 millones “.

El experto señaló a radio Mitre que “el impuesto que se comienza a cobrar hoy representa cinco puntos del IVA. Es como si el IVA se hubiera aumentando cinco puntos”, subrayó.

El nuevo impuesto grava con 0,25% a los créditos y débitos en cuenta corriente, pero no alcanza al pago de sueldos y jubilaciones.

Con esta herramienta, Cavallo espera obtener la recaudación necesaria para cumplir con la meta fiscal del año, que establece un déficit de US$ 6.500 millones.

La reglamentación de la norma exceptuó del gravamen a las operaciones a los empleados en relación de dependencia, jubilados o pensionados, correspondientes al manejo de sus remuneraciones, hasta el monto mensual acreditado por la compañía en concepto de sueldo.

Por otra parte, el impuesto no afectará a los pagos por débitos automáticos que se realicen sobre cuentas corrientes de tasas, contribuciones, servicios públicos, medicina prepaga, TV por cable, establecimientos educacionales y tarjetas de crédito, entre otras.

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