Estiman que las ventas al exterior caerán un 5 por ciento

El empresario aseguró también que la devaluación afectó al sector en lugar de beneficiarlo.
“Nuestro pronóstico es que este año las exportaciones caerán entre cinco y siete por ciento porque, al contrario de lo que se quiere mostrar, la devaluación del peso frente al dólar perjudicó al sector exportador argentino”, disparó Smiraglia.
Aseguró que “ningún país logró un crecimiento de sus exportaciones con políticas erráticas” y sostuvo que “el primer error económico fue la devaluación de la moneda argentina frente al dólar”.

Smiraglia subrayó que la cámara de exportadores “se cansó de decir que no debía devaluarse el peso” y recordó que “el mayor aumento de las exportaciones que registró la Argentina se dio en los noventa, con un cambio fijo y estabilidad económica”.
El dirigente se quejó de que en Argentina, “definitivamente no existe una cultura exportadora”, y dijo que “los empresarios exportadores evitan agregar un turno o requerir mayor capital de trabajo para tratar de incrementar sus ventas al exterior, porque no tiene un horizonte claro y no sabe exactamente cómo le van a dar sus números”.

“Si los exportadores por lo menos estuvieran seguros de que van ganar un uno por ciento, seguramente sí lo harían porque sabe que la estabilidad se lo va a permitir”, dijo, y agregó que “estas políticas sólo benefician a los que quieren especular”.
Reiteró que “con el aumento de las retenciones a los derechos de exportación no habrá un incremento de exportaciones sino por el contrario se verá un descenso, tal como ocurrió con los países del Sudeste Asiático que, cuando se produjo la crisis, se inclinaron por devaluar abruptamente sin lograr aumentar sus exportaciones”.
Smiraglia criticó también la medida que establece que ciertos sectores de la exportación -no industriales- anticipen el ingreso de divisas mucho antes del embarque.

“En este marco económico, no puede pedírsele a una empresa del exterior que anticipe su pago cuando aún no sabe si podrá comprar el producto que va a exportar, por ejemplo, el sector agrícola”, dijo.
Aseguró que con estas medidas no se hace más que desviar el enfoque que traerá soluciones a la crisis y recordó que durante los últimos cinco años, “les venimos diciendo a los titulares de la cartera económica que la situación fiscal es más importante que el tipo de cambio, porque es la que nos lleva al default (cesación de pagos) y después de él no hay nada”.

En tal sentido coincidió el director ejecutivo de la Fundación Capital, Carlos Pérez, que en una entrevista radial aseguró que “sería óptima la aplicación de reformas estructurales que lleven a la solvencia fiscal intertemporal”, sin tener que recurrir a medidas transitorias como las retenciones a las exportaciones.
De todos modos, reconoció que “hay un sector de exportadores que obtiene una superrenta, producto de la inestabilidad macroeconómica que genera una devaluación” y aseguró que “si no tomamos conciencia que es el equilibrio fiscal el que pondrá la casa en orden, vamos a continuar con políticas erráticas de este tipo”.

Smiraglia se quejó además de que “si las retenciones se llevan al 20 ó 25 por ciento y después el dólar baja a dos pesos, seguramente no bajarán las retenciones” y se preguntó que pasaría si la divisa estadounidense sube a cinco pesos, ¿subirán a 40 por ciento las retenciones?”.
Para poner paños fríos a la disputa, dijo que “aún no hay ninguna reglamentación ni decreto que explique exactamente de qué se trata esta política” y que todo este debate se basa en versiones que indicarían un importante aumento de las retenciones a los derechos de exportación siguiendo el aumento en la cotización del dólar.

Dijo que el sector ha tenido contactos con representantes del ministerio de Economía, pero reconoció que “este tema se está discutiendo en el seno interno del Gobierno y de allí va a surgir la resolución final, sin que exista ninguna consulta previa a las partes”.
“Seguramente todos nos ven como los villanos de la película, como los que estamos causando todo este revuelo, porque siempre hay que buscar un culpable, pero a nosotros no nos benefició para nada la devaluación”, concluyó.
Las retenciones a la exportación podrían aumentar como parte de las medidas que lanzará el Gobierno el fin de semana largo para compensar el beneficio extraordinario de los exportadores.
Actualmente, los derechos ascienden al 20 por ciento para los combustibles, 10 por ciento para los productos primarios y 5 para las manufacturas, porcentajes que fueron fijados para un dólar inferior a los dos pesos.

El sector que seguramente recibirá un aumento de las retenciones es el agro, que podría verse afectado con un 20 por ciento y las manufacturas de origen agropecuario, que pagaría el 10 por ciento.
Aún no existen versiones sobre si se duplicarán las retenciones también para la industria, pero se comenta que las petroleras mantendrán el porcentaje de retenciones en el 20 por ciento.

Fuente: Télam

El empresario aseguró también que la devaluación afectó al sector en lugar de beneficiarlo.
“Nuestro pronóstico es que este año las exportaciones caerán entre cinco y siete por ciento porque, al contrario de lo que se quiere mostrar, la devaluación del peso frente al dólar perjudicó al sector exportador argentino”, disparó Smiraglia.
Aseguró que “ningún país logró un crecimiento de sus exportaciones con políticas erráticas” y sostuvo que “el primer error económico fue la devaluación de la moneda argentina frente al dólar”.

Smiraglia subrayó que la cámara de exportadores “se cansó de decir que no debía devaluarse el peso” y recordó que “el mayor aumento de las exportaciones que registró la Argentina se dio en los noventa, con un cambio fijo y estabilidad económica”.
El dirigente se quejó de que en Argentina, “definitivamente no existe una cultura exportadora”, y dijo que “los empresarios exportadores evitan agregar un turno o requerir mayor capital de trabajo para tratar de incrementar sus ventas al exterior, porque no tiene un horizonte claro y no sabe exactamente cómo le van a dar sus números”.

“Si los exportadores por lo menos estuvieran seguros de que van ganar un uno por ciento, seguramente sí lo harían porque sabe que la estabilidad se lo va a permitir”, dijo, y agregó que “estas políticas sólo benefician a los que quieren especular”.
Reiteró que “con el aumento de las retenciones a los derechos de exportación no habrá un incremento de exportaciones sino por el contrario se verá un descenso, tal como ocurrió con los países del Sudeste Asiático que, cuando se produjo la crisis, se inclinaron por devaluar abruptamente sin lograr aumentar sus exportaciones”.
Smiraglia criticó también la medida que establece que ciertos sectores de la exportación -no industriales- anticipen el ingreso de divisas mucho antes del embarque.

“En este marco económico, no puede pedírsele a una empresa del exterior que anticipe su pago cuando aún no sabe si podrá comprar el producto que va a exportar, por ejemplo, el sector agrícola”, dijo.
Aseguró que con estas medidas no se hace más que desviar el enfoque que traerá soluciones a la crisis y recordó que durante los últimos cinco años, “les venimos diciendo a los titulares de la cartera económica que la situación fiscal es más importante que el tipo de cambio, porque es la que nos lleva al default (cesación de pagos) y después de él no hay nada”.

En tal sentido coincidió el director ejecutivo de la Fundación Capital, Carlos Pérez, que en una entrevista radial aseguró que “sería óptima la aplicación de reformas estructurales que lleven a la solvencia fiscal intertemporal”, sin tener que recurrir a medidas transitorias como las retenciones a las exportaciones.
De todos modos, reconoció que “hay un sector de exportadores que obtiene una superrenta, producto de la inestabilidad macroeconómica que genera una devaluación” y aseguró que “si no tomamos conciencia que es el equilibrio fiscal el que pondrá la casa en orden, vamos a continuar con políticas erráticas de este tipo”.

Smiraglia se quejó además de que “si las retenciones se llevan al 20 ó 25 por ciento y después el dólar baja a dos pesos, seguramente no bajarán las retenciones” y se preguntó que pasaría si la divisa estadounidense sube a cinco pesos, ¿subirán a 40 por ciento las retenciones?”.
Para poner paños fríos a la disputa, dijo que “aún no hay ninguna reglamentación ni decreto que explique exactamente de qué se trata esta política” y que todo este debate se basa en versiones que indicarían un importante aumento de las retenciones a los derechos de exportación siguiendo el aumento en la cotización del dólar.

Dijo que el sector ha tenido contactos con representantes del ministerio de Economía, pero reconoció que “este tema se está discutiendo en el seno interno del Gobierno y de allí va a surgir la resolución final, sin que exista ninguna consulta previa a las partes”.
“Seguramente todos nos ven como los villanos de la película, como los que estamos causando todo este revuelo, porque siempre hay que buscar un culpable, pero a nosotros no nos benefició para nada la devaluación”, concluyó.
Las retenciones a la exportación podrían aumentar como parte de las medidas que lanzará el Gobierno el fin de semana largo para compensar el beneficio extraordinario de los exportadores.
Actualmente, los derechos ascienden al 20 por ciento para los combustibles, 10 por ciento para los productos primarios y 5 para las manufacturas, porcentajes que fueron fijados para un dólar inferior a los dos pesos.

El sector que seguramente recibirá un aumento de las retenciones es el agro, que podría verse afectado con un 20 por ciento y las manufacturas de origen agropecuario, que pagaría el 10 por ciento.
Aún no existen versiones sobre si se duplicarán las retenciones también para la industria, pero se comenta que las petroleras mantendrán el porcentaje de retenciones en el 20 por ciento.

Fuente: Télam