<p>Pero el urgente encuentro, durante el fin de semana, excluyó a Fini dejando solos a Berlusconi (partido de las Libertades, casi una ironía), Tremonti y el senador Umberto Bossi (liga Norte, o sea separatismo lombardo). Justamente, un tema fue la idea de crear una vicepresidencia que abarque economía y se encomiende al actual titular de la cartera.<br />
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Justamente el sábado, el instituto estadístico europeo (Istat, Bruselas) reveló que Italia ha sobrepasado a Gran Bretaña en producto bruto interno, algo que no sucedía desde 1987. En efecto, Roma registra para el tercer trimestre del año alrededor de US$ 560.000 millones, contra 555.000 millones en Londres.<br />
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Los debates en Arcore, por otro lado, mostraban a Bossi apoyando a Tremonti, el ministro de mejor imagen fuera de Italia misma. El ausente Fini, de inmediato, advirtió que esa propuesta equivaldría al congelamiento de Berlusconi y su eclipse político. Entretanto, se desencadenaba una revuelta en el PdeL con riesgo de ruptura.<br />
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No es ajeno a este clima un indicador privado conocido el viernes pasado, según el cual la confianza pública en el gobierno central cedió de 48,4 puntos en julio a 44,4 en octubre y se aleja de los 54 puntos marcados en enero. Parte del problema se relaciona con la resistencia al escudo fiscal, que llega a 70% del electorado.<br />
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Estos roces políticos no preocupan al Indec de la Unión Europea, aunque sí a dos calificadoras de riesgo. Tanto la líder Standard & Poor’s como la tercera, Fitch Ratings, alertaron sobre posibilidades de disminuir calificaciones a la deuda soberana de Italia. Ambas firmas ven con inquietud la volatilidad interna del gabinete Berlusconi.</p>
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Estallan las tensiones en el seno del gobierno italiano
Tras la cumbre de Arcore, el poderoso ministro de economía Giulio Tremonti, potencial viceprimer ministro- se diferencia de Silvio Berlusconi. Por su parte, el neofascista Gianfranco Fini (Alianza nacional) teme por la suerte del jefe de gobierno.