Amén de los US$ 250.000 millones, según Paulson se contempla garantir nuevas emisiones bancarias de deuda (bonos) por hasta tres años. El domingo se hablaba de cinco años, pero Benjamin Bernanke (Reserva Federal) objetó ese plazo. Esta medida intenta inducir a que las entidades vuelvan a prestarse entre sí y a clientes.
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<p>Hay otra cláusula gatillo peligrosa. La entidad federal de seguro sobre depósitos (FDIC) ofrecerá garantías ilimitadas a colocaciones que no den interés. Vale decir, los papeles comerciales de las empresas. Esto simplemente emula una medida dictada por Gran Bretaña que, por ejemplo, Alemania tratará de no aplicar. </p>
<p>En verdad, se trata de un reordenamiento de medidas conocidas o esperadas, presentado el lunes por Paulson a Bank of America, JPMorgan Chase, Citigroup, Wells Fargo, Goldman Sachs y cuatro bancos líderes. Integran la lista de entidades financieras que emitirán acciones preferidas y las venderán al estado. </p>
<p>De esos US$ 250.000 millones, la mitad se inyectará en esos nueve bancos. El resto irá a instituciones menores y cajas de ahorro. En teoría, el mecanismo será estructurado de modo que el estado se beneficie cuando los bancos vuelvan a dar dividendos. Esta “europeización” de paquete deja muy poco del esquema original de Paulson. No obstante, un operador suyo desde los tiempos de Goldman Sachs –Neel Kashkari-manejará la flamante oficina de estabilización financiera, algo que inquieta en el congreso. </p>
Estados Unidos se compromete a gastar US$ 843.000 millones en salvamentos
George W. Bush y Henry Paulson anunciaron que se invertirá US$ 250.000 millones en acciones de bancos, parte de los 694.000 millones aprobados el viernes 3. Pero el total abarca reembolsos tributarios por 149.000 millones, o sea 843.000 millones.