<p>Hacia 2007, el desempleo era “apenas” 8,3% de la población activa. En noviembre último marcaba 19,4% tras un pico de 20,4%, contra la media de 10% en la Eurozona. En ese lapso, la crisis demolía el mercado laboral. Naturalmente, el clima social se había endurecido y sólo una oposición ultraconservadora le evitaba disgustos políticos peores a José Luis Rodríguez Zapatero.<br />
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En las presentes condiciones y con un programa de austeridad casi a medida de la alemana Angela Merkel y el Fondo Monetario Internacional, es poco probable que el panorama del empleo mejore. Según el Instituto de la Empresa, “la alta desocupación generada por la crisis sistémica occidental. Con 1.600.000 nuevos desempleados en un año y la consiguiente rigidez del mercado mismo mantendrá una tasa superior a 20% de la población activa. Esto implica 4.500.000 desocupados en total”. Cifras parecidas maneja la comisión europea. <br />
Una mayoría de expertos locales calcula que la economía, en términos de PBI, debe crecer a razón de 2/2,5% anual hasta 2014 para recrear empleos. Pero el FMI no prevé alzas en el PBI durante 2011/12, si bien proyecta menos de 1% para 2013. Cabe acotar que, para 2010, el organismo esperaba apenas 0,75%.<br />
Otros desequilibrios continuaron amenazando la economía española, empezando por el déficit fiscal. Los analistas más ortodoxos sostienen que el rojo del sector público se genera por dos vías: menor recaudación tributaria y una desastrosa política de gastos. A criterio del IdeE, “esas erogaciones debieran subir sólo en actividades que mejoren la competitividad del sector privado en general”.<br />
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En realidad, la recesión ha forzado a que España dependa menos de inversiones externas directas. En algún momento, las IED llegaron a significar hasta 10% del PBI, pero en el último cuarto de 2009 habían caído a apenas 3,6%. Este perfil se mantuvo en buena parte del corriente año, que probablemente cierre con IED inferior a 3% del PBI.<br />
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Esa combinación de factores hicieron que la calificadora Standard & Poor’s –como Moody’s, ligada a grandes bancos- degradase la deuda soberana española de estable a negativa, hace pocos mese. Este año, por lo demás, podría alcanzar 67% del PBI, contra 55% a fin de 2009.</p>
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España, el país enfermo de 2010
El año que termina, el país se ha convertido en el hombre enfermo de la Eurozona, al cerrar siete trimestres seguidos negativos para el producto bruto interno. A más de 20%, el desempleo casi dobla el promedio de la Unión Europea.