El gobernante Partido Popular y el opositor Partido Socialista Obrero Español firmaron ayer (martes 12) un histórico pacto antiterrorista destinado a reforzar la unidad política y la cooperación en la lucha contra el grupo separatista ETA.
El pacto, alcanzado el pasado viernes tras semanas de intensas negociaciones, propugna también la defensa de las libertades en el País Vasco y exige como «requisito imprescindible» para alcanzar cualquier acuerdo con los nacionalistas que éstos abandonen su proyecto soberanista y sus vínculos con el entorno de ETA.
Esta exigencia es la que ha llevado a rechazarlo a los nacionalistas catalanes y vascos, así como a la coalición Izquierda Unida (IU, de mayoría comunista), por lo que por el momento el pacto será sólo de los dos principales partidos españoles.
Los nacionalistas catalanes y vascos entienden que en el acuerdo se excluye al Partido Nacionalista Vasco al reclamarle que abandone sus pretensiones soberanistas, recogidas en el pacto que firmó en setiembre de 1998 con Eusko Alkartasuna (EA) y la coalición independentista Euskal Herritarrok (EH, brazo político de ETA).
El Pacto Antiterrorista firmado ayer compromete al PP y al PSOE a colaborar en forma «permanente» para luchar contra ETA, la organización armada vasca que ha asesinado en las últimas tres décadas a unas 800 personas, 21 de ellas en lo que va de año.
Esa colaboración se extiende a las reformas legislativas necesarias para combatir el problema del terrorismo y asegurar el «más completo y severo castigo» a los terroristas, así como a reforzar la cooperación internacional.
El gobernante Partido Popular y el opositor Partido Socialista Obrero Español firmaron ayer (martes 12) un histórico pacto antiterrorista destinado a reforzar la unidad política y la cooperación en la lucha contra el grupo separatista ETA.
El pacto, alcanzado el pasado viernes tras semanas de intensas negociaciones, propugna también la defensa de las libertades en el País Vasco y exige como «requisito imprescindible» para alcanzar cualquier acuerdo con los nacionalistas que éstos abandonen su proyecto soberanista y sus vínculos con el entorno de ETA.
Esta exigencia es la que ha llevado a rechazarlo a los nacionalistas catalanes y vascos, así como a la coalición Izquierda Unida (IU, de mayoría comunista), por lo que por el momento el pacto será sólo de los dos principales partidos españoles.
Los nacionalistas catalanes y vascos entienden que en el acuerdo se excluye al Partido Nacionalista Vasco al reclamarle que abandone sus pretensiones soberanistas, recogidas en el pacto que firmó en setiembre de 1998 con Eusko Alkartasuna (EA) y la coalición independentista Euskal Herritarrok (EH, brazo político de ETA).
El Pacto Antiterrorista firmado ayer compromete al PP y al PSOE a colaborar en forma «permanente» para luchar contra ETA, la organización armada vasca que ha asesinado en las últimas tres décadas a unas 800 personas, 21 de ellas en lo que va de año.
Esa colaboración se extiende a las reformas legislativas necesarias para combatir el problema del terrorismo y asegurar el «más completo y severo castigo» a los terroristas, así como a reforzar la cooperación internacional.