Un grupo de asesores de la Casa Blanca está realizando un último intento de suavizar el impacto del reciente anuncio del presidente Trump sobre aranceles al acero y aluminio.
Gary Cohn, director del National Economic Council y ex ejecutivo de Goldman Sachs, junto a un grupo de funcionarios de la Casa Blanca y el Departamento del Tesoro intentan convencer a Trump de que reconsidere su decisión sobre los aranceles, según un informe publicado por la publicación Politico y firmado por Ben White, Andrew Restuccia y Nancy Cook.
Según el informe, Cohn organizó una reunión en la Casa Blanca con Trump y ejecutivos de las industrias que podrían sufrir con la medida, que esencialmente es un impuesto a las importaciones. Esos ejecutivos serían de negocios que usan acero y aluminio y que verían subir sus costos como resultado de la restricción al comercio.
Industrias de todo tipo, desde fabricantes de alimentos enlatados hasta empresas automotrices, ya advirtieron que el aumento en el costo de los metales podría dañar sus negocios y, en el peor de los casos, provocar despidos. Muchos economistas también advirtieron que los nuevos aranceles podrían terminar dañando la economía norteamericana.
Pero más allá de lo estrictamente referido al acero y al aluminio, preocupa que las medidas retaliatorias de otros países—principalmente aliados de Estados Unidos como Canadá y la Unión Europea – podrían desencadenar una guerra comercial.
Según el informe, Cohn y los demás asesores no usan datos económicos para convencer a Trump porque saben que es escéptico de los economistas en general. Para tratar de suavizar la medida señalan la caída de la bolsa luego del anuncio y la violenta reacción de los legisladores del partido republicano. El grupo no espera convencer totalmente al presidente, sólo atenuar un poco la medida final.
Circulan rumores de que Cohn analiza abandonar la Casa Blanca luego de no lograr impedir que Trump anunciara la imposición de aranceles.