Por lo que la tasa de inflación se estaría multiplicando respecto del elevadísimo nivel actual, dictamina el informe del IRTAL de la Fundación Mediterránea.
Es por esta razón que debe considerarse altamente probable que el próximo gobierno ensaye cambios de política económica. El interrogante pasa por la profundidad y el alcance de las medidas que puedan tomarse.
En un escenario de “círculo virtuoso”, luego de un fuerte ajuste en los precios relativos durante la primera parte del año, y de las reformas imprescindibles para salir de la estanflación, en la segunda parte de 2024 la economía empezaría a recuperar los niveles de consumo de la mano de una mejora en el poder adquisitivo de los salarios.
En este caso, la inflación promedio del año próximo terminaría cerca del 200% anual, pero con una sustancial baja en los últimos meses (la inflación en diciembre 2024, punta a punta, podría alcanzar el 146% anual).
En caso que el próximo gobierno reconozca la necesidad de reformas, pero estas queden “a mitad de camino”, debería esperarse un ajuste de precios relativos muy gradual, al igual que las medidas destinadas a reducir el déficit fiscal.
La falta de reformas estructurales y una corrección limitada del desequilibrio de las cuentas públicas atentaría contra la credibilidad del programa, impidiendo que la demanda de dinero se recupere. En ese contexto, la tasa de interés de las Leliq permanecería elevada, con interrogantes recurrentes acerca de la capacidad de financiamiento del Tesoro.
Se trata de un escenario en el cual el Banco Central no logra aumentar reservas de modo significativo y la tasa de inflación termina cerca del 290% anual (tanto promedio como punta a punta).