<p>En otras palabras, el gobernador Scott Walker –producto del <em>Tea Party</em>- no puede todavía publicar la norma, o sea sancionarla, aunque esté firmada desde el día 11. Sus oponentes sostienen que se han cometido errores de procedimiento que invalidan la ley.<br />
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El proyecto del mandatario –un republicano ultra que llega por vez primera a Wisconsin- exige recertificar anualmente la representatividad electoral de los sindicatos. También elimina el pago obligatorio de aportes gremiales y jubilatorios en gremios estaduales, salvo policías y bomberos.<br />
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Obviamente, el sindicalismo público organizado y los demócratas tachan la ley de ataque a conquistas sociales de los años sesenta. El litigio lleva ya cuatro semanas. El fiscal adjunto, Steven Means –otro derechista de origen rural- anunció que el lunes radicará una apelación ante Sumi.<br />
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Ello exige primero obtener autorización de la cámara de alzada, admitió Means. La solicitud respectiva quizá se presente este fin de semana, espera su jefe, el fiscal general John van Hollen. A su criterio, la ley de presupuesto (de ella se trata) marcha a su ratificación judicial.<br />
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Pero quizá no sea tan fácil. Por ejemplo, Ismael Ozanne, fiscal del distrito de Dane, admitió el miércoles cuatro impugnaciones (tres de funcionarios electos) para bloquear la trajinada publicación.<br />
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Según Ozanne los legisladores republicanos transgredieron otra ley al pasar ciertas normas de apuro. Ese día, los oficialistas dieron menos de dos horas para votarlas. Volviendo a Sumni, su orden le ata las manos a otro <em>Tea Party</em>, el secretario de estado Douglas LaFollette, que ahora no puede elevar la ley al gobernador.<br />
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En Wisconsin traban la ley contra los sindicatos
Maryann Sumi, jueza de circuito, ha bloqueado temporariamente la legislación que quitará a las asociaciones gremiales la mayor parte de sus derechos en paritarias. La magistrada impide ahora convertir en ley la reforma ultraconservadora.