<p>Esa zona, en verdad, huele a hidrocarburos, industrias y dinero que raramente llega a los bolsillos de la población. A tal punto alcanza la brecha social entre trabajadores y capitalistas a las puertas del Sinaí que, el lunes, se temía un bloqueo popular a este nexo clave entre el Mediterráneo y el mar Rojo.<br />
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En realidad, las poblaciones que bordean el canal no son autóctonas, sino transplantes de ciudades al oeste, sobre el delta del Nilo. Desde El Cairo mismo hasta Bení Swet, El Minya o hasta Dajla. El escenario de estas urbes no tiene nada que ver con el de Puerto Saíd o Suez, cuyas instalaciones industriales o petroleras o cuyas mansiones y rumbosos comercios poco se parecen al Egipto real.<br />
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Justamente sobre la ruta 23, donde se yerguen los testimonios de otros tiempos, los de Gamal Abdel Nasser, ahora el ejército –el mismo que ya no quiere reprimir en El Cairo o Alejandría- cuida instalaciones industriales o petroleras. “Estas propiedades están bajo control militar, nadie puede entrar”, reza un cartel multiplicado kilómetro a kilómetro en árabe e inglés. <br />
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Aun sin llegar al bloqueo, la gente hostiga los palacios y edificios del gran capital en Suez o Puerto Saíd. Por ejemplo, la sede local del Banco de Alejandría amaneció vallada, pero ya era tarde: su frente se ve chamuscado y las puertas han sido derribadas. Como en otras estructuras, la arena lo invade todo, desde cajeros automáticos hasta rumbosas oficinas.<br />
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El ejército llegó tarde para salvar algunos edificios y residencias. No obstante, tanques y carros blindados van desplegándose en las ciudades del canal. “Estos lugares desbordaban de riqueza, pero casi nada llegaba hasta nosotros”, reflexionan dos trabajadores de una refinería próxima. Nadie lamenta los daños, mucho menos gente que gana apenas setenta dólares al mes.<br />
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La presumible amenaza de bloquear el canal no es broma, pues ha sucedido varias veces desde que lo abrieron en 1869. Esta vía artificial –no tan larga como su rival de Panamá, aunque más estratégica- la atraviesan 10.000 buques mercantes, 3.500 petroleros y un millón de barriles por día. En otras palabras, aporta 1% del tráfico mundial de crudos y el doble si se cuentan los oleoductos paralelos. Al gobierno local le significan US$ 4.000 millones anuales, pero de poco les vale a los 84 millones de egipcios. <br />
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En Suez y Puerto Saíd, caen símbolos de riqueza
En El Cairo, Alejandría o El Fayum, la gente se lanzó sobre reductos de poder. Pero, a lo largo del canal, sus tres puertos principales Puerto Saíd, Suez mismo, Ismailía- centraron el odio de la multitud a los íconos del gran capital petrolero.