<p>En Alemania, primera economía regional y tercera mundial si se excluye a la Unión Europea, el producto bruto interno cayó 2,1% en términos anualizados. En Francia, cedió 1,2%. El PBI conjunto de la Eurozona (dieciséis países que adhieren a la moneda común) probablemente haya retrocedido 1,3%. <br />
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Es la primera recesión deflacionaria desde que circula el euro (1999) y la más intensa desde 1988. Proliferan los despidos. En un caso, Nissan-Renault, la empresa arriesga quedar fuera de los rescates industriales, como amenazaron legisladores a Carlos Ghosn, el “empecinado inventor de una alianza en peligro” (sostenía “<em>L’expansion</em>”). <br />
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Ante el silencio de Trichet, Lukas Papademos –vicepresidente del BCE- no descartaba otra rebaja. Pero recién en marzo. Algunos analistas privados en Holanda o Alemania estiman que esa medida debiera adelantarse a la inminente reunión de ministros financieros y jefes de emisores, citada en Roma para este fin de semana. <br />
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En ese marco quizás arrecien presiones para desembarazarse de Trichet, un ingeniero civil cada día más resistido en Francia, Alemania e Italia. Por cierto, cede la demanda en la UE –no ya sólo la Eurozona- de casi todo. Desde computadoras o celulares hasta vehículos o servicios aerocomerciales. Así, la germana SAP (software para grandes usuarios) informó que despedirá 3.000 personas, en tanto la venta de automotores caía 27% en enero.</p>
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En la Eurozona, Alemania y Francia agravan la recesión
Las dos mayores economías del área cierran el cuarto trimestre cediendo como nunca en más de veinte años. Esto acentúa la contracción y las presiones sobre Jean-Claude Trichet para que el Banco Central Europeo recorte la tasa básica a casi cero.