Hay luz al final de un túnel, pero es china
La economía del gigante asiático denota señales incipientes de que el paquete de estímulos (US$ 590.000 millones) empieza a resultar. La noticia alienta los esfuerzos de Barack Obama, bajo fuego de banqueros, especuladores y republicanos.
13 febrero, 2009
<p>El tercer producto bruto interno del mundo, tras Estados Unidos y Japón, muestra síntomas de recobrarse a razón de 6,6% anual este trimestre, luego de avanzar apenas 6,3% en el anterior. Fue el menor aumento desde 1999.<br />
Como el resto de las mayores economías –las centrales, Rusia, India, Brasil, etc.-, Beijing intenta sofrenar retrocesos sectoriales que le han costado 20 millones de empleos hasta fin de enero. El malestar social consiguiente refleja también la baja de exportaciones y el deterioro inmobiliario. <br />
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Contra cuanto presumían analistas de bancas occidentales en Hong Kong y Singapur, la inversión pública en caminos y viviendas reactiva la demanda de insumos (hierro, acero, materiales de construcción). Al mismo tiempo, promueve una demanda de créditos que, sólo en enero, sumaba US$ 237.000 millones.<br />
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“China puede ser el primer PBI grande en iniciar la recuperación emergiendo de la crisis sistémica”, supone Lu Ting, analista de Merrill Lych en Hong Kong, casi una mosca blanca. Colegas del sur y el sudeste asiático coinciden en que por hoy es la única economía relevante en mostrar crecimiento. Sin embargo, todavía falta para cumplir la meta oficial de 8% para el PBI.<br />
Como sucede en otros mercados emergentes, la crisis de Occidente no golpeó tanto como muchos gurúes anunciaban. <br />
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Además, el gobierno lanzó estímulos masivos en noviembre, antes que las economías centrales (trabadas por la “ortodoxia de mercado” de sus funcionarios). En diciembre, comenzaban dos megaproyectos habitacionales –por un total de US$ 3.500 millones- en Shanghai y Shaanxi. Los chinos, pues, abandonan a Karl Marx y se vuelcan a John Maynard Keynes. </p>
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