En Kropp, el marco vive y goza de buena salud

Todo un pueblo ha decidido volver al marco y dejar de lado el euro. Esto ocurre desde octubre en Kropp, una localidad de 6.500 habitantes en Schleswig-Holstein, extremo norte de Alemania.

8 diciembre, 2002

“Stop. Wir nehmen sie nach die D-Mark”. Es decir, “Pare. Le aceptamos DM”. Así reza el cartel que, con leves variantes, exhiben desde hace varias semanas tiendas, almacenes, cervecerías, estaciones de servicios, quioscos y hasta floristas en una población no lejos de la frontera danesa.

Entre el cabildo y la iglesia, unas pocas callejuelas de traza medieval contienen 90 comercios, a la vera de las rutas que van de Hamburgo o Lübeck a Dinamarca. Todos abocados a su propio “milagro económico”, en la punta septentrional de la mayor economía en la Unión Europea y la tercera del mundo (sin contar la regional). ¿Qué ha ocurrido?

Simple: en la zona, muchísima gente se había quedado con billetes y monedas en DM, aun con el euro circulando obligatoria y exclusivamente desde enero último. Por supuesto, las antiguas monedas de Eurolandia (los 12) no se han desmonetizado aún pero, según la ley, no debieran seguir circulando. No obstante, en Kropp el renacimiento del DM ha aumentado ventas de 10 a 30% y este Wirtschaftswunder está siendo seguido con interés en urbes como Kiel, Lübeck -ambas en Schleswig-Holstein-, Hamburgo o Bremen (en el estado vecino al sudoeste).

El propio Bundesbank (banco central germano) admite que unos € 8.800 millones en DM siguen en poder de la gente y sería peligroso si el ejemplo de Kropp desbordase Schleswig-Holstein. Por de pronto, una cadena minorista popular en el norte de Alemania ha empezado a aceptar marcos.

“Stop. Wir nehmen sie nach die D-Mark”. Es decir, “Pare. Le aceptamos DM”. Así reza el cartel que, con leves variantes, exhiben desde hace varias semanas tiendas, almacenes, cervecerías, estaciones de servicios, quioscos y hasta floristas en una población no lejos de la frontera danesa.

Entre el cabildo y la iglesia, unas pocas callejuelas de traza medieval contienen 90 comercios, a la vera de las rutas que van de Hamburgo o Lübeck a Dinamarca. Todos abocados a su propio “milagro económico”, en la punta septentrional de la mayor economía en la Unión Europea y la tercera del mundo (sin contar la regional). ¿Qué ha ocurrido?

Simple: en la zona, muchísima gente se había quedado con billetes y monedas en DM, aun con el euro circulando obligatoria y exclusivamente desde enero último. Por supuesto, las antiguas monedas de Eurolandia (los 12) no se han desmonetizado aún pero, según la ley, no debieran seguir circulando. No obstante, en Kropp el renacimiento del DM ha aumentado ventas de 10 a 30% y este Wirtschaftswunder está siendo seguido con interés en urbes como Kiel, Lübeck -ambas en Schleswig-Holstein-, Hamburgo o Bremen (en el estado vecino al sudoeste).

El propio Bundesbank (banco central germano) admite que unos € 8.800 millones en DM siguen en poder de la gente y sería peligroso si el ejemplo de Kropp desbordase Schleswig-Holstein. Por de pronto, una cadena minorista popular en el norte de Alemania ha empezado a aceptar marcos.

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