domingo, 22 de diciembre de 2024

En EE.UU. crecen las dudas sobre una elección limpia

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Donald Trump está dedicado a convencer a la gente de que las elecciones de noviembre, en el contexto de la pandemia, pueden ser fraudulentas.

La situación que se está formando en ese país es la misma que tantas veces el Departamento de Estado denunció en otros países: el funcionario de turno en una democracia con instituciones débiles intenta mantenerse en el poder sembrando dudas sobre una elección que podría defenestrarlo.

 

Hace pocos días, en una entrevista concedida a Der Spiegel, , Mary Lea Trump, sobrina de Donald Trump y autora de un libro que se está vendiendo como pan caliente , describió a su tío como un sociópata incapaz de perder. “Donald va a hacer todo lo posible por amañar la elección”.

 

Está también la otra gran duda: de que no acepte el triunfo de su opositor John Biden, quien lo aventaja cómodamente en las encuestas. Hay un antecedente para eso. Antes de la elección de 2016, Trump dijo en un debate televisivo con su opositora Hillary Clinton que no estaba seguro de aceptar el resultado de las elecciones.

 

Will He Go?: Trump and the Looming Election Meltdown in 2020” (¿Se irá?:Trump y el amenazador colapso de las elecciones en 2020) es un libro que acaba de publicar el profesor de derecho Lawrence Douglas en la Universidad de Amherst, Massachusetts. Allí dice que gracias a la pandemia global, al arcaico sistema electoral y a un presidente que ha demostrado estar dispuesto a destrozar las normas de gobierno, es muy posible pensar que Trump se niegue a aceptar el triunfo de su opositor.

 

¿Qué pasaría entonces? Según Douglas, sis no hubiera un ganador aceptado estallaría una crisis institucional. “No estamos preparados. Si llegáramos a tener un presidente que se niega a conceder el triunfo al opositor… nuestra ley electoral federal exacerbaría la crisis en lugar de desactivarla”.

 

 

 

 

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