Casi 29 millones de personas serán arrojadas a la pobreza este año en América latina por el colapso económico que desencadenó el coronavirus. Con eso, la región retrocede una década en su lucha contra la desigualdad.
Una combinación de caída de precios de los commodities, desplome del mercado petrolero y del turismo ha llegado a calcular que el daño en las economías latinoamericanas será mayor que el de cualquier otra región en desarrollo. El FMI predijo este mes que el PBI en el continente caerá 5,2% este año, una caída mucho mayor que la del África subsahariana Medio oriente y sudeste asiático.
Las proyecciones de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (ECLAC) calcula que la pobreza crecerá 34,7% para fin de año, el nivel más alto desde 2007. Calcula que la pobreza extrema crecerá en 16 millones para situarse en 83 millones.
América latina ya es la región más desigual del mundo en términos de ingresos, y la caída proyectada y el gran aumento de la pobreza llega solo meses después de una ola de protestas callejeras sobre la desigualdad en la riqueza, bienestar y educación en muchos de los países.