Según una encuesta del Instituto Ifo, de Munich, basada en preguntas a 7.000 ejecutivos de empresas, el índice de confianza subió a 101,4, cuando los economistas habían pronosticado una caída a 99,5. Otra encuesta realizada en Francia muestra que también en este país aumentó la confianza, que había llegado a su nivel más bajo en tres años.
La caída del crecimiento alemán en el tercer trimestre fue menor a la prevista por los especialistas, aun cuando la eurozona, su principal socio comercial, se encuentra en recesión y con un pronóstico no muy optimista. Si bien las empresas está siendo más cautelosas y hay signos de que la economía se contraería en el cuarto trimestre, la ralentización podría ser temporal.
“Realmente sorprende y es una sorpresa positiva, pero esto no significa que las empresas alemanas esperan un boomâ€, comentó Carsten Brzeski, economista del ING Group en Bruselas. Se trata de que no quieren sumarse al coro de los pesimistas. Ellos saben que aún lo peor no llegó, pero las cosas mejorarán. Los mercados se han calmado y hay signos positivos en la economía globalâ€.
“La economía está siendo influenciada por una confusa situación global, que tiende a empeorar hacia fin de añoâ€, declara el Bundesbank en su reporte mensual de octubre. “Las dudas provocadas por la crisis de deuda soberana son un motivo de preocupación, así como las señales mixtas provenientes de otras regiones del planetaâ€.
