El Senado de EEUU aprobó la reducción de impuestos
El Senado de Estados Unidos aprobó por un estrecho margen de 51 contra 49 votos una reducción de impuestos de 350.000 millones de dólares a lo largo de diez años.
El presidente George W. Bush, que originalmente había pedido recortes de tributos de más de 726.000 millones de dólares, elogió al Senado por “la aprobación bipartidista de este programa de creación de empleos y crecimiento económico que incluye todos los componentes de mi plan original”.
Pero los dirigentes republicanos en ambas cámaras del Congreso, preocupados por el rápido crecimiento del déficit, que este año superará los 300.000 millones de dólares, rebajaron bastante la rebaja fiscal que proponía el presidente.
La Cámara de Representantes aprobó un plan de reducción de impuestos de 550.000 millones de dólares.
Ahora el Senado y la Cámara de Representantes deberán conciliar sus respectivos proyectos para enviar a la Casa Blanca la ley que Bush ha de promulgar.
Aunque Bush no obtendrá el monto de recortes de impuestos que había pedido, parece que sí obtendrá lo principal de su propuesta: un recorte de los tributos sobre las ganancias de las inversiones financieras.
Según Bush, la reducción de impuestos dejará en manos de los contribuyentes más dinero para invertir en consumo o en producción, lo que reactivará la economía, creará empleos y fomentará la salud económica del país.
La misma política económica, aplicada entre 1980 y 1988 por el también presidente republicano Ronald Reagan, llevó a Estados Unidos al mayor déficit fiscal de su historia, ensanchó la deuda nacional y favoreció la subida de los tipos de interés.
Cuando Bush llegó a la Casa Blanca en enero de 2001, el fisco tenía un superávit de 557.000 millones de dólares acumulado en los últimos tres años de la administración del presidente demócrata Bill Clinton.
Desde su primer presupuesto, la administración Bush no sólo eliminó el superávit sino que incurrió en déficit. En el cálculo del desequilibrio presupuestario de este año todavía no se ha calculado el costo de la invasión de Irak.
El presidente George W. Bush, que originalmente había pedido recortes de tributos de más de 726.000 millones de dólares, elogió al Senado por “la aprobación bipartidista de este programa de creación de empleos y crecimiento económico que incluye todos los componentes de mi plan original”.
Pero los dirigentes republicanos en ambas cámaras del Congreso, preocupados por el rápido crecimiento del déficit, que este año superará los 300.000 millones de dólares, rebajaron bastante la rebaja fiscal que proponía el presidente.
La Cámara de Representantes aprobó un plan de reducción de impuestos de 550.000 millones de dólares.
Ahora el Senado y la Cámara de Representantes deberán conciliar sus respectivos proyectos para enviar a la Casa Blanca la ley que Bush ha de promulgar.
Aunque Bush no obtendrá el monto de recortes de impuestos que había pedido, parece que sí obtendrá lo principal de su propuesta: un recorte de los tributos sobre las ganancias de las inversiones financieras.
Según Bush, la reducción de impuestos dejará en manos de los contribuyentes más dinero para invertir en consumo o en producción, lo que reactivará la economía, creará empleos y fomentará la salud económica del país.
La misma política económica, aplicada entre 1980 y 1988 por el también presidente republicano Ronald Reagan, llevó a Estados Unidos al mayor déficit fiscal de su historia, ensanchó la deuda nacional y favoreció la subida de los tipos de interés.
Cuando Bush llegó a la Casa Blanca en enero de 2001, el fisco tenía un superávit de 557.000 millones de dólares acumulado en los últimos tres años de la administración del presidente demócrata Bill Clinton.
Desde su primer presupuesto, la administración Bush no sólo eliminó el superávit sino que incurrió en déficit. En el cálculo del desequilibrio presupuestario de este año todavía no se ha calculado el costo de la invasión de Irak.
