El Senado, contra el ajuste

Por amplia mayoría dio media sanción a una ley que recorta el programa de reducción del gasto público. Golpe de efecto inesperado e intentos de encontrar explicaciones.

15 junio, 2000

Cayó como un estallido inesperado en la política argentina la media sanción por el Senado de la ley destinada a derogar varios decretos del ajuste efectuado por el Poder Ejecutivo. La sorpresa se explica por las reiteradas muestras de cooperación, aunque no de complacencia, emitidas por gobernadores y líderes legislativos, para organizar un debate orgánico en torno al futuro inmediato de la sociedad argentina.

Hombres como Carlos Ruckauf, Eduardo Duhalde, José Manuel De la Sota, Carlos Reutemann y el senador Eduardo Menem , demostraron su buena voluntad de distintas maneras. Ruckauf y Menem, incluso, aceptando sumarse en Washington a la presencia presidencial, para emitir la imagen de un país unido en torno a formulaciones básicas.

La aprobación por una mayoría de 38 votos contra 19, pretende colocar banderillas en el costado de las disposiciones emanadas del plan de ajuste de José Luis Machinea. Son las referidas a la rebaja de sueldos a los empleados públicos, el recorte de las jubilaciones privilegiadas y la desregulación de las obras sociales.

Carlos Alvarez recibió en particular un duro golpe. Un proyecto de resolución propone declarar inaplicable la rebaja de sueldos a los empleados de la cámara.

La Alianza acusó el golpe en distintos niveles. Carlos Alvarez, se escudó en el silencio. Sus voceros dejaron deslizar su opinión sobre el proyecto, con la calificación de “oportunista e inviable”.

El jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, se pronunció por el diálogo como método para resolver los problemas del país y consideró la actitud de los senadores peronistas como un inconducente golpe de efecto.

Terragno apuntaba claramente a que la media sanción contará con el rechazo por parte de la mayoría oficialista en la cámara de Diputados .

Entonces, ¿qué hay detrás del golpe político del Senado?. Dos son las interpretaciones preferidas:
1. Carlos Saúl Menem, apelando a la ausencia de su hermano Eduardo y con el apoyo de algunos incondicionales, como Jorge Yoma, está enviando un aviso de que toda negociación sobre el futuro debe contar con su presencia.

2. El Justicialismo quiere poner freno a las limitaciones impuestas a la convocatoria desde la Casa Rosada. Lo que pareció ser, en principio, un amplio llamado a la concertación social se vio drásticamente restringido por los condicionamientos expresados desde la vicepresidencia y la jefatura de Gabinete, para dejar en claro que el protagonismo absoluto está depositado en el gobierno elegido en los últimos comicios.

Cayó como un estallido inesperado en la política argentina la media sanción por el Senado de la ley destinada a derogar varios decretos del ajuste efectuado por el Poder Ejecutivo. La sorpresa se explica por las reiteradas muestras de cooperación, aunque no de complacencia, emitidas por gobernadores y líderes legislativos, para organizar un debate orgánico en torno al futuro inmediato de la sociedad argentina.

Hombres como Carlos Ruckauf, Eduardo Duhalde, José Manuel De la Sota, Carlos Reutemann y el senador Eduardo Menem , demostraron su buena voluntad de distintas maneras. Ruckauf y Menem, incluso, aceptando sumarse en Washington a la presencia presidencial, para emitir la imagen de un país unido en torno a formulaciones básicas.

La aprobación por una mayoría de 38 votos contra 19, pretende colocar banderillas en el costado de las disposiciones emanadas del plan de ajuste de José Luis Machinea. Son las referidas a la rebaja de sueldos a los empleados públicos, el recorte de las jubilaciones privilegiadas y la desregulación de las obras sociales.

Carlos Alvarez recibió en particular un duro golpe. Un proyecto de resolución propone declarar inaplicable la rebaja de sueldos a los empleados de la cámara.

La Alianza acusó el golpe en distintos niveles. Carlos Alvarez, se escudó en el silencio. Sus voceros dejaron deslizar su opinión sobre el proyecto, con la calificación de “oportunista e inviable”.

El jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, se pronunció por el diálogo como método para resolver los problemas del país y consideró la actitud de los senadores peronistas como un inconducente golpe de efecto.

Terragno apuntaba claramente a que la media sanción contará con el rechazo por parte de la mayoría oficialista en la cámara de Diputados .

Entonces, ¿qué hay detrás del golpe político del Senado?. Dos son las interpretaciones preferidas:
1. Carlos Saúl Menem, apelando a la ausencia de su hermano Eduardo y con el apoyo de algunos incondicionales, como Jorge Yoma, está enviando un aviso de que toda negociación sobre el futuro debe contar con su presencia.

2. El Justicialismo quiere poner freno a las limitaciones impuestas a la convocatoria desde la Casa Rosada. Lo que pareció ser, en principio, un amplio llamado a la concertación social se vio drásticamente restringido por los condicionamientos expresados desde la vicepresidencia y la jefatura de Gabinete, para dejar en claro que el protagonismo absoluto está depositado en el gobierno elegido en los últimos comicios.

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