<p>El directorio en pleno de la RF, encabezado por Benjamin Bernanke, solicitó a Loretta Preska, jueza federal de distrito (Manhattan sur), demorar la efectivización de un dictamen suyo, divulgado el lunes, que exige publicar nombres de prestatarios beneficiarios de once programas. Esto debe hacerse el 31 a más tardar.<br />
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El banco central desea que Preska congele la decisión hasta que el asunto llegue al tribunal de apelaciones. Bernanke cree que esa instancia será más sensible a los argumentos de la RF en favor de determinados bancos.<br />
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Con lenguaje tremendista, el recurso afirma que “difundir de inmediato estos documentos incriminatorios atenta contra el derecho de este directorio a apelar. Las instituciones cuyas identidades y datos serán publicados sufrirán perjuicios irreparables”. Ahí reside la clave: la RF persiste en proteger banqueros en apuros, como si la economía real dependiese de ellos.<br />
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Los abogados del banco central sostienen que la propia jueza no sabe qué registros caerán bajo la luz pública. Esta decisión, curiosamente, los letrados la estiman resorte de la RF Nueva York, que sería juez y parte. La réplica de Preska es terminante: “los abogados del banco central no conocen las normas: las tergiversan”. Obviamente, la dama no se parece a su colega Thomas Griessa.<br />
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El secreto como arma para cubrir a bancos en problemas
La Reserva Federal sostiene que identificar entidades financieras beneficiarias de rescates (que paga el contribuyente) las perjudica. Por ello, le piden silencio a la justicia, mediante una extraña apelación del propio emisor.