Peirano fue al Congreso a exponer “a libro cerrado” las cuentas del 2008, calculadas con menos crecimiento e inflación que los que indican las proyecciones reales. Ratificó que protegerán a sectores de la economía con capacidad para crear empleo.
La letra no escrita del anuncio realizado en el salón Delia Parodi del Congreso por el ministro de Economía, Miguel Peirano, ante una oposición silenciada como si asistiera a un concierto, es que el gobierno se reservó para el próximo ejercicio casi $ 16.000 millones para el sector público y $ 10.500 para la administración nacional, sin que figuren en ningún rincón de la ley de leyes sometida al Poder Legislativo para su sanción.
La diferencia se esconde en los 2 puntos de cálculo de crecimiento de la economía que median entre la proyección real del comportamiento registrado este año, que cerrará en torno de 8%, y el 4 % estimado en el proyecto oficial.
Suponiendo que en vez de 6%, como coinciden en pronosticar casi todos los análisis privados que se conocen en el mercado, la crisis energética y la incidencia que la crisis financiera subprime podría tener en las inversiones le quitaran un punto, se estaría hablando de una disponibilidad de $8.000 y 5.000 millones, respectivamente, fuera de libreto, para ser adjudicados por la vía administrativa de los superpoderes.
Hace un par de meses nada más, por este expediente, el jefe de Gabinete reforzó los gastos en un valor equivalente al 12% de lo presupuestado y fue el Ministerio de Planificación el que llevó la mayor parte de ese adicional, legalizado mediante la firma de decretos de necesidad y urgencia.
En los números formales dados a conocer por Peirano, el proyecto contempla además una inflación promedio de 7,7% anual y prevé que el superávit fiscal rondará los $27.000 millones de pesos, mientras el superávit comercial oscilará en los US$ 10.000 millones.
En tal sentido, al exponer el proyecto de Presupuesto para 2008 en la comisión especializada de la Cámara de Diputados, el ministro de Economía, Miguel Peirano, reiteró que el crecimiento económico debe “resguardar a los sectores que tienen más capacidad de crear empleo” y que se dará prioridad a los gastos “a favor de la redistribución del ingreso, la educación, la ciencia y la tecnología”.
Aunque no entró en detalles, quienes accedieron a la iniciativa oficial detectaron que nuevamente el Ministerio de Planificación recibe más recursos y hasta la ejecución de un crédito para obras ya decididas.
Miguel Peirano, junto al secretario de Hacienda, Carlos Mosse, llegaron al Congreso cerca de las 12.
La alocución del funcionario se llevó a cabo sin interrupciones, debido a que no se permitió hacerle preguntas sobre los lineamientos centrales del proyecto de ley de Presupuesto Nacional 2008.
Ratificó las cifras que se venían barajado como base para la elaboración de los cálculos: crecimiento 4% e inflación 7,7%.
Sobre el primero de ellos Peirano sostuvo que se impulsarán el desarrollo del mercado interno y las exportaciones, ya que “son compatibles”.
El superávit fiscal seguirá siendo la “estrategia macroeconómica relevante” porque “ganamos autonomía en nuestras decisiones”, definió, y cuantificó en 3,15% el superávit primario total del sector público.
El ministro también subrayó las negociaciones internacionales como fundamentales en la acción de gobierno, por cuanto “cada una de las negociaciones internacionales, realizadas y las que están en curso, van a preservar la obtención conjunta de objetivos que garanticen el crecimiento económico y que resguarde a los sectores más dinámicos en la creación de empleo y de innovaciones”.
A falta de oportunidad para hablar en el recinto de la comisión, los legisladores de la oposición ganaron espacio en las radios. Por la mañana, el diputado macrista Federico Pinedo consideró que el proyecto de presupuesto es un “dibujo”, debido a que incluye un aumento del 7% en la inflación, “cuando actualmente ya se habla de un 15 a un 20%”.
También por las radios salió el jefe de Gabinete a desmentir que haya manipulación en los índices y por ende que haya una inflación no declarada.
El jefe del bloque PRO de la Cámara baja se quejó también de la imposición de silencio que determinó el gobierno ante la presencia de Peirano: “Sostener que el Congreso no puede cumplir su función, que no puede ni siquiera hablar, es de un nivel de atropello que no tiene antecedentes, salvo en los golpes militares”, consideró.
En el ejercicio en marcha, calculado sobre un crecimiento del 4,5% que en la práctica casi terminará encima del 8%, la diferencia generó un excedente de recursos que en parte fue consumido por la mayor inflación esperada y los gastos excedentes por la campaña electoral, pero fundamentalmente redistribuido por el jefe de Gabinete por la atribución que le confieren los poderes especiales que los mismos legisladores le firmaron.
A fines de agosto, y a través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU), el gobierno pudo aumentar aproximadamente un 12% el total del gasto presupuestario previsto para este año.
Por esa norma, la más abultada desde que Néstor Kirchner asumió el poder en 2003, dispuso inyectar 14.219 millones de pesos al presupuesto, buena parte de los cuales proviene del superávit fiscal subestimado en los cálculos originales.
Tal como ocurrió con otras modificaciones presupuestarias, gracias a los superpoderes de los que dispone el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el principal beneficiado en esa oportunidad fue el Ministerio de Planificación Federal que conduce Julio De Vido.
“A diferencia de los años anteriores donde la declaración de recursos resultaba inferior a la real en razón de la subestimación en el crecimiento del Producto bruto Interno (PBI), en este caso se agrega la subestimación en la tasa de inflación”, estimó el diputado nacional Claudio Lozano.
“En este sentido, es tan falso el supuesto que incluye el presupuesto de que la economía crecerá sólo 4%, como la proyección de un índice de precios implícitos de 10,6% para el 2008”, agregó el economista de la CTA.
En la misma sintonía, Javier González Fraga fustigó los números oficiales para el presupuesto del año que viene. “La inflación es totalmente imposible de lograr”, afirmó a LANACION.com el hombre que en un hipotético gobierno de Roberto Lavagna ocuparía el Ministerio de Economía.
“Ya tienen ocho puntos [de inflación] escondidos si deciden blanquearla. Sólo podrían lograr el índice oficial estimado porque [el secretario de Comercio Interior, Guillermo] Moreno es capaz de dibujar cualquier cosa”, dijo y agregó: “Hablemos de inflación real. Si la ponen, sin contabilidad creativa, en 12% será un éxito”.
No obstante, el analista coincidió con el crecimiento previsto para el año entrante. “Ese número no me sorprende. Antes lo hacían [subestimar el presupuesto] de pícaros, ahora son realistas”, afirmó el economista que maneja una expansión de la economía de entre 3% y 5% debido a los problemas energéticos y a la caída de las inversiones.
El proyecto de ley había ingresado por Mesa de Entradas y luego fue a la comisión de Presupuesto y Hacienda que preside el jujeño Carlos Daniel Snopek, quien ´tabicó´ la información a sus colegas de los otros bloques, quienes tenían el derecho a acceder a la información antes que Miguel Peirano visitase Diputados.
Peirano fue al Congreso a exponer “a libro cerrado” las cuentas del 2008, calculadas con menos crecimiento e inflación que los que indican las proyecciones reales. Ratificó que protegerán a sectores de la economía con capacidad para crear empleo.
La letra no escrita del anuncio realizado en el salón Delia Parodi del Congreso por el ministro de Economía, Miguel Peirano, ante una oposición silenciada como si asistiera a un concierto, es que el gobierno se reservó para el próximo ejercicio casi $ 16.000 millones para el sector público y $ 10.500 para la administración nacional, sin que figuren en ningún rincón de la ley de leyes sometida al Poder Legislativo para su sanción.
La diferencia se esconde en los 2 puntos de cálculo de crecimiento de la economía que median entre la proyección real del comportamiento registrado este año, que cerrará en torno de 8%, y el 4 % estimado en el proyecto oficial.
Suponiendo que en vez de 6%, como coinciden en pronosticar casi todos los análisis privados que se conocen en el mercado, la crisis energética y la incidencia que la crisis financiera subprime podría tener en las inversiones le quitaran un punto, se estaría hablando de una disponibilidad de $8.000 y 5.000 millones, respectivamente, fuera de libreto, para ser adjudicados por la vía administrativa de los superpoderes.
Hace un par de meses nada más, por este expediente, el jefe de Gabinete reforzó los gastos en un valor equivalente al 12% de lo presupuestado y fue el Ministerio de Planificación el que llevó la mayor parte de ese adicional, legalizado mediante la firma de decretos de necesidad y urgencia.
En los números formales dados a conocer por Peirano, el proyecto contempla además una inflación promedio de 7,7% anual y prevé que el superávit fiscal rondará los $27.000 millones de pesos, mientras el superávit comercial oscilará en los US$ 10.000 millones.
En tal sentido, al exponer el proyecto de Presupuesto para 2008 en la comisión especializada de la Cámara de Diputados, el ministro de Economía, Miguel Peirano, reiteró que el crecimiento económico debe “resguardar a los sectores que tienen más capacidad de crear empleo” y que se dará prioridad a los gastos “a favor de la redistribución del ingreso, la educación, la ciencia y la tecnología”.
Aunque no entró en detalles, quienes accedieron a la iniciativa oficial detectaron que nuevamente el Ministerio de Planificación recibe más recursos y hasta la ejecución de un crédito para obras ya decididas.
Miguel Peirano, junto al secretario de Hacienda, Carlos Mosse, llegaron al Congreso cerca de las 12.
La alocución del funcionario se llevó a cabo sin interrupciones, debido a que no se permitió hacerle preguntas sobre los lineamientos centrales del proyecto de ley de Presupuesto Nacional 2008.
Ratificó las cifras que se venían barajado como base para la elaboración de los cálculos: crecimiento 4% e inflación 7,7%.
Sobre el primero de ellos Peirano sostuvo que se impulsarán el desarrollo del mercado interno y las exportaciones, ya que “son compatibles”.
El superávit fiscal seguirá siendo la “estrategia macroeconómica relevante” porque “ganamos autonomía en nuestras decisiones”, definió, y cuantificó en 3,15% el superávit primario total del sector público.
El ministro también subrayó las negociaciones internacionales como fundamentales en la acción de gobierno, por cuanto “cada una de las negociaciones internacionales, realizadas y las que están en curso, van a preservar la obtención conjunta de objetivos que garanticen el crecimiento económico y que resguarde a los sectores más dinámicos en la creación de empleo y de innovaciones”.
A falta de oportunidad para hablar en el recinto de la comisión, los legisladores de la oposición ganaron espacio en las radios. Por la mañana, el diputado macrista Federico Pinedo consideró que el proyecto de presupuesto es un “dibujo”, debido a que incluye un aumento del 7% en la inflación, “cuando actualmente ya se habla de un 15 a un 20%”.
También por las radios salió el jefe de Gabinete a desmentir que haya manipulación en los índices y por ende que haya una inflación no declarada.
El jefe del bloque PRO de la Cámara baja se quejó también de la imposición de silencio que determinó el gobierno ante la presencia de Peirano: “Sostener que el Congreso no puede cumplir su función, que no puede ni siquiera hablar, es de un nivel de atropello que no tiene antecedentes, salvo en los golpes militares”, consideró.
En el ejercicio en marcha, calculado sobre un crecimiento del 4,5% que en la práctica casi terminará encima del 8%, la diferencia generó un excedente de recursos que en parte fue consumido por la mayor inflación esperada y los gastos excedentes por la campaña electoral, pero fundamentalmente redistribuido por el jefe de Gabinete por la atribución que le confieren los poderes especiales que los mismos legisladores le firmaron.
A fines de agosto, y a través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU), el gobierno pudo aumentar aproximadamente un 12% el total del gasto presupuestario previsto para este año.
Por esa norma, la más abultada desde que Néstor Kirchner asumió el poder en 2003, dispuso inyectar 14.219 millones de pesos al presupuesto, buena parte de los cuales proviene del superávit fiscal subestimado en los cálculos originales.
Tal como ocurrió con otras modificaciones presupuestarias, gracias a los superpoderes de los que dispone el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el principal beneficiado en esa oportunidad fue el Ministerio de Planificación Federal que conduce Julio De Vido.
“A diferencia de los años anteriores donde la declaración de recursos resultaba inferior a la real en razón de la subestimación en el crecimiento del Producto bruto Interno (PBI), en este caso se agrega la subestimación en la tasa de inflación”, estimó el diputado nacional Claudio Lozano.
“En este sentido, es tan falso el supuesto que incluye el presupuesto de que la economía crecerá sólo 4%, como la proyección de un índice de precios implícitos de 10,6% para el 2008”, agregó el economista de la CTA.
En la misma sintonía, Javier González Fraga fustigó los números oficiales para el presupuesto del año que viene. “La inflación es totalmente imposible de lograr”, afirmó a LANACION.com el hombre que en un hipotético gobierno de Roberto Lavagna ocuparía el Ministerio de Economía.
“Ya tienen ocho puntos [de inflación] escondidos si deciden blanquearla. Sólo podrían lograr el índice oficial estimado porque [el secretario de Comercio Interior, Guillermo] Moreno es capaz de dibujar cualquier cosa”, dijo y agregó: “Hablemos de inflación real. Si la ponen, sin contabilidad creativa, en 12% será un éxito”.
No obstante, el analista coincidió con el crecimiento previsto para el año entrante. “Ese número no me sorprende. Antes lo hacían [subestimar el presupuesto] de pícaros, ahora son realistas”, afirmó el economista que maneja una expansión de la economía de entre 3% y 5% debido a los problemas energéticos y a la caída de las inversiones.
El proyecto de ley había ingresado por Mesa de Entradas y luego fue a la comisión de Presupuesto y Hacienda que preside el jujeño Carlos Daniel Snopek, quien ´tabicó´ la información a sus colegas de los otros bloques, quienes tenían el derecho a acceder a la información antes que Miguel Peirano visitase Diputados.