<p>Naturalmente, el banco tenía acceso a datos claves de Merrill Lynch, pues estaba adquiriéndola para evitar la liquidación. “No he sido yo –aclaró Lewis- quien difundió, en diciembre, anticipos del déficit en el cuarto trimestre”. <br />
Los accionistas de BofA y ML, en las respectivas asambleas, aprobaron la “fusión” el 5 de ese mes. En realidad, fue una apresurada absorción, que cristalizó el 2 de enero. Recién después, se supo que Merrill Lynch había acumulado en octubre-diciembre quebrantos por US$ 15.840 millones. Detalle ignorado por accionistas e inversores al momento de votar.<br />
Ahora se viene otra tormenta. Bank of´America celebra la asamblea anual ordinaria, el miércoles 29. Según medios especializados, la suerte de Lewis está echada: se retira como director ejecutivo del hoy primer banco norteamericano –desde 2001- o, directamente, abandona la entidad. El nuevo colapso bursátil de ML no lo ayuda.<br />
Tampoco es cómoda la situación de Paulson (ex funcionario) y Bernanke (todavía presidente de la RF). Lewis reveló que ambos lo conminaron a apurar la fusión y no abrir la boca sobre los aprietos de ML, “para no poner en riesgo el sistema financiero del país”. Un pretexto ya clásico.<br />
Mario Cuomo, fiscal neoyorquino, entregará las declaraciones de Lewis a reguladores federales y colegas del exterior. El episodio BofA-ML, por cierto, añade un tinte escandaloso a la saga iniciada en octubre con el megarrescate de US$ 700.000 millones.<br />
Tomar ML le costó al banco perder tres cuartos de capitalización bursátil, tras el anuncio formal (15 de septiembre). Después, las pérdidas de la ex banca de inversión hicieron preciso un salvamento a BofA por US$ 20.000 millones. Ido Paulson y con Lewis al borde del despido, Bernanke queda en la cuerda floja.<br />
</p>
El Gobierno pidió silencio en torno a Merrill Lynch
El director ejecutivo de Bank of America, Kenneth Lewis reveló bajo juramento que Benjamin Bernanke (Reserva Federal) y Henry Paulson (entonces en el Tesoro) querían ocultar las pérdidas de ML. La firma de valores pasó al BofA.