<p>Faltan horas para las elecciones parlamentarias, o sea los primeros comicios realmente libres en la historia egipcia. Estados Unidos, la Unión Europea y la Liga Árabe presionan sobre el consejo supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA) para que transfiera el poder ejecutivo a una autoridad provisional.<br />
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Ante la tenaz renuencia de los coroneles a entregar el gobierno y renunciar a escandalosos privilegios heredados de Gamal Abdel Nasser y sus sucesores, la gente ha vuelto a las calles- Estas puebladas no reflejan las de Libia (6.500.000 habitantes), sino las de 85 millones de egipcios, el mayor bloque árabe del mundo.<br />
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En general, el objetivo de la población es el “mariscal” Mohammed Huséin Tantawí, cabeza del CSFA. A diferencia de lo sucedido hasta el jueves, la violencia social (cuarenta muertos, tres mil heridos) cede desde el viernes a métodos más calmos, tanto entre la gente cuanto por parte de las uniformados.<br />
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Justamente, para serenar los ánimos la junta nombró a el-Ganzurí “primer ministro de un gobierno transicional” en lugar de Esam Sharaf, que había dimitido el lunes 21. Curiosamente, el martes otro presidente vitalicio, el yemení Alí Saleh anunciaba su retiro en Sana’a. Poco después, el-Ganzurí informaba que “ningún gabinete será integrado antes de las elecciones legislativas”.<br />
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Éstas serán en tres fases, desde el lunes, y llevarán dos jornadas. La designación de el-Ganzurí (78 años, “premier” bajo Hosní Mubarak, 1996/99) no cayó nada bien a las multitudes. Al conocerla, miles de civiles bloquearon la entrada a la sede del consejo ejecutivo para que el flamante funcionario no entrase. “Echaron a un ladrón y pusieron a otro”, clamaban los egipcios vía redes y medios sociales, aludiendo a los pésimos antecedentes de ambos personajes.<br />
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Por el contrario, el precandidato presidencial Mohammed el-Baradéi (premio Nobel de la paz) fue recibido este sábado con vítores y aplausos. En determinado momento, le echaron encima una bandera y lo llevaron en andas. Mientras, en la Casa Blanca el vocero de Barack Obama, Jay Carney, pidió a los militares abandonar ya el poder. Todo eso en un marco bastante anárquico: cincuenta partidos, coaliciones y la sombra de la Hermandad Musulmana. Como en Turquía, los religiosos se llaman “partido Libertad y Justicia” y aspiran a reunir cuarenta a cincuenta bancas. Ello les permitiría formar gabinete sin apelar a alianzas.</p>
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El ejército egipcio no puede con la rebelión
Durante dos días seguidos, más de 120.000 personas en Tahrir y otras plazas exigieron el inmediato retiro militar y el fin de lo que ha sido por años un estado dentro del estado. También rechazaron al flamante primer ministro Kamal el-Ganzurí.